“En la casa que no hay pan, pocas cosas se dan”. El refranero español no puede estar más acertado con esta expresión. En España, el pan es uno de esos alimentos que no falta en la mesa a la hora del desayuno, comida, merienda o cena.
Desde hace muchos años este producto ha acompañado la alimentación de los españoles convirtiéndose en parte importante de la cultura gastronómica de nuestro país. Y aunque ha tenido momentos de bajón, desde hace años asistimos a un aumento de la demanda de este producto, pero ahora apostando por un pan artesanal, con una cocción en la mejor de las tradiciones.
Partiendo de esta premisa, Horno Arguiñano ha convertido uno de sus productos más populares, el pan sobado de La Rioja, marca autóctona, en el protagonista de su sorteo navideño en los roscones de Reyes, que repiten por segundo año consecutivo para poner su granito de arena a la recuperación de los más vulnerables.
El pan preferido de Eduardo Villar, propietario de este conocido obrador de Logroño y presidente de los panaderos españoles, podrá disfrutarse, durante un año y diariamente de manera gratuita, por el riojano o riojana que tenga la suerte de obtener la papeleta ganadora que se esconderá en los roscones de Reyes que, siempre por estas fechas, prepara su equipo. Un clásico donde los haya.
Pan gratuito durante un año no es el único obsequio que ofrecerá el roscón de Arguiñano. Eduardo Villar donará, además, un porcentaje de la venta de cada roscón a la organización Cruz Roja La Rioja.
Una iniciativa que ha sido muy bien acogida por Cruz Roja. Fernando Reinares, presidente de la entidad en la región, ha agradecido enormemente esta propuesta de Horno Arguiñano “que llega en un momento en el que cualquier ayuda es buenísima”.
Con esta apuesta altruista, Horno Arguiñano quiere seguir contribuyendo a mejorar la situación de los que más están sufriendo en otro año marcado por la pandemia. “Tenemos que remar todos juntos y por poco que hagamos entre todos, conseguiremos superar, una vez más, estos tiempos”, afirma Eduardo Villar.
