La Rioja

Inteligencia Artificial en español: el secreto para optimizar la toma de decisiones

Hace años podía parecer de ciencia ficción, es más, actualmente, todavía hablamos de la Inteligencia Artificial como algo futuro, pero, ya es una realidad. Una realidad completamente aplicable a proyectos e instituciones de todo tipo.

Porque los algoritmos fueron descubiertos hace muchos años pero lo interesante es “el orden en el que tú decides ponerlos y la selección de variables relevantes para que trabajen. Necesitas datos, que sería la gasolina de toda la Inteligencia Artificial, y la capacidad computacional, que es el vehículo que te lleva a los sitios. ¿El motor? Los algoritmos”. Y teniendo en cuenta que la segunda es infinita y tenemos datos para aburrir… ‘voilà’.

Así lo simboliza Margarita Villegas, directora de Tecnología de la Universidad Internacional de La Rioja, quien afirma que la universidad en línea tiene una especial sensibilidad en la implementación de este tipo de aplicaciones pensadas y ejecutadas para lograr una experiencia académica más inclusiva, de calidad y satisfactoria de los estudiantes.

Este tipo de inteligencia se aplica a la búsqueda de un objetivo donde los modelos van aprendiendo para lograr alcanzarlo sin la necesidad del ser humano. Villegas pone ejemplos muy claros. “Quiero personalizar una lección. A un alumno enseñarle primero un contenido y luego otro porque tiene una lógica en su cabeza ‘X’ por sus años de experiencia y también quiero dar un contenido similar a una persona sin años de experiencia. Podría tener una persona que fuera troceando los contenidos y repartiéndolos. Los dos aprenderían cosas similares en un modelo distinto. Y ahí entra la Inteligencia Artificial, que sabe en cada momento y en función del perfil de cada persona qué le tiene que ir enseñando para optimizar su aprendizaje”.

El mundo de la educación es un campo muy fértil para avanzar en esta área del conocimiento y la innovación parte, en muchas ocasiones, del propio lenguaje. Por ello es “imprescindible” apostar por la investigación sobre la Inteligencia Artificial aplicada al español.

Margarita Villegas explica que nuestro idioma es la segunda lengua más hablada del mundo, pero las empresas que hasta el momento han trabajado este tipo de innovación son americanas, “por lo que todo lo que está por detrás de la programación es en inglés y es importante pasarlo al español porque es la manera de generar conocimiento práctico en nuestro país y en los de habla hispana”.

La experta de UNIR reconoce que “el español es muy rico, sobre todo en matices”, y teniendo en cuenta la rama de Procesamiento del Lenguaje Natural, fundamental para recoger lo que escribimos o expresamos oralmente, “necesitamos seguir trabajando para que, por ejemplo, un modelo de ‘voice’ pueda recoger información pero también tonos de voz, seleccione palabras… de manera que pueda predecir comportamientos”.

El mejor ejemplo es la iniciativa pionera en la que está trabajando UNIR: un proyecto con Voicebots, como son Alexa o Siri, que reconocerá lo más importante de una lección o en qué ha fallado el alumno y cómo reforzar su aprendizaje. “No es que te explique la lección, es que también te la toma. Además, según tus respuestas te dice qué grado de posibilidades tienes de aprobar y al final te hace preguntas. Con todo lo trabajado, la propia máquina te dirá: ‘Dale otra vuelta o pasa a la siguiente lección'”.

Y en estos temas, siempre la duda ética… “¿Que una máquina sepa lo que estoy pensando…? Si es en tu beneficio y te ayuda, ¿por qué no?”. El mundo cambia a una velocidad increíble y lo que hoy hacemos será distinto a mañana. “Imagina que un adulto no tiene tiempo para todo. Va en el coche y, en vez de escuchar música escucha un ‘bot’ que le va explicando y tomando una lección y él o ella va dando respuestas. Al final estás empleando un tiempo menos útil de una forma más provechosa”.

Villegas subraya que lo primordial es asegurarse de que “estamos haciendo todo lo posible para que nuestros estudiantes tengan éxito” académica y profesionalmente. UNIR cuenta con un tutor para cada estudiante, y utiliza la Inteligencia Artificial para predecir si un alumno va a fracasar viendo, por ejemplo, las veces que se conecta a una sesión, si ha entregado o no las actividades a tiempo, si ha suspendido un examen… y todo ello se suma a la información adicional que se consigue con las conversaciones tutor-estudiante.

“La Inteligencia le ayuda al tutor a saber dónde está fallando el estudiante, si necesita más motivación, refuerzo en habilidades de comunicación, en definitiva, qué le está costando más y ese tipo de información se trabaja permanentemente para focalizarnos en el problema y darle solución y refuerzo más rápido”.

Lo mismo sucede en el campo profesional. Con este tipo de innovación, la universidad envía ‘arañas web’ que rastrean todas las posiciones que se están demandando en el mercado. “Pero no el nombre del puesto y ya, sino la descripción de la función con la finalidad de averiguar qué cosas nuevas se están pidiendo”.

Rastrear esas funciones descritas para después aplicarlas a las titulaciones de UNIR dotándolas de nuevos conceptos para actualizarlas de tal manera que cuando un alumno vaya a aplicar a alguno de estos puestos “tenga esa ventaja competitiva y vea que le hemos dotado de una serie de habilidades que son capaces de cumplir”.

Máquinas, sí, pero detrás, el factor humano. “Imprescindible por supuesto. Para poner en marcha estos modelos se necesita un equipo multidisciplinar: hace falta lingüistas, que son los que tienen los matices de todos los términos que se están utilizando; desarrolladores; académicos, especialistas en todas las áreas en las que se pueda trabajar (medicina, historia…)”.

Margarita Villegas reconoce que alguno de estos modelos sustituyen el trabajo de personas, sí, “pero al final, como lo está haciendo toda la tecnología. Con la ingente cantidad de datos que tenemos, nada va a estar sin Inteligencia Artificial en los próximos años, porque es la manera de optimizar la toma de decisiones”.

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