Lubina, merluza, besugo, rodaballo, langosta… Los clásicos están ahí, ocupando un año más la lista de la compra para estas fechas navideñas, aunque siempre hay paladares más innovadores y atrevidos que apuestan por nuevas texturas, sabores y nombres. Para todos esos gustos, tradicionales y novedosos, está Gourmet del Mar, la empresa riojana que tras tres años ha conseguido hacerse un hueco en los hogares de esta comunidad, sobre todo, durante la Navidad.
Javier González y Jorge García son los promotores de este negocio que ya cuenta con cinco establecimientos de venta de pescado fresco procedentes de los mares de Galicia, País Vasco, Huelva, el Mediterráneo o Isla Cristina. Cuatro pescaderías están en la capital riojana y la quinta en Fuenmayor, las cuales se abastecen a través de un puesto en MercaRioja. “Ambos venimos del sector de la venta de pescado, pero decidimos montar Gourmet del Mar porque, además de ser nuestra pasión, queríamos darle una vuelta al negocio que ya teníamos y crear algo más grande”, explica González.
Desde 2018 el negocio ha evolucionado muy positivamente gracias a ese refuerzo de locales: “El tener mayores dimensiones nos permite abaratar un poco los precios del pescado ajustándonos a las necesidades del consumidor. Hemos tenido muy buena acogida entre el público desde el principio y eso se deja ver en las ventas finales, así que estamos satisfechos con la apuesta realizada”. Una inversión que mantendrán estable durante los próximos años, ya que no se plantean seguir creciendo al menos a corto plazo.
Lo que toca ahora es afrontar la campaña más importante del año. La Navidad es la temporada fuerte en cualquier establecimiento dedicado a la venta de pescado, “son fechas en las que las ventas se triplican e incluso cuatriplican respecto a las habituales en cualquier mes del año”. Aunque está claro que cada año es diferente y tanto las tendencias de consumo como la situación socioeconómica marcan los contrastes sobre todo en estas segundas fiestas enmarcadas bajo el escenario de la pandemia.
La evolución epidemiológica de los últimos días no anima al optimismo, así que la prudencia será la invitada que se siente a la mesa en todas las comidas y cenas de estas Navidades. Las ventas para amasar esos menús van, por tanto, a fuego lento: “En los últimos días hemos apreciado cierta ralentización a la hora de hacer la compra para estas fechas de celebraciones como ocurría en años anteriores. La realidad es que hay incertidumbre. Mientras que hace un año estábamos confiados y más animados tras levantarse ligeramente las barreras del confinamiento, esta vez es diferente porque la gente no sabe qué hacer y si se va a poder juntar o no con sus familiares. Aunque a escasos días de Nochebuena creo que los ánimos ya se suavizarán un poco y la gente tendrá que tomar decisiones”.
A esas dudas, añade González, “se suma también el miedo difundido por las subidas de los precios de los alimentos. Ahora son muchas las personas que vienen y preguntan a qué precio está ese u otro pescado cuando antes no lo hacían, en unas fechas además en las que los precios son más elevados que el resto del año y en las que hasta el último momento no sabemos cómo se venderá el producto”. Pero los engranajes de Gourmet del Mar siguen girando a pleno rendimiento desde sus diferentes comercios riojanos para que, un año más, el género de mejor calidad llegue a las mesas navideñas.
Su clientela principal son particulares, con un ligero porcentaje de venta destinada a la restauración. Este grupo de pescaderías trabaja en gran medida con pedidos y por encargo, así que sus dueños reconocen que durante el primer confinamiento de 2020 “se vivieron unas Navidades continuas durante varios meses. Pero fue todo un espejismo, porque conforme volvimos a salir a la calle y a consumir en los bares y restaurantes, la situación volvió a lo que era antes”. Ahora afrontan con optimismo esta nueva campaña y esperan alcanzar los niveles de ventas del año pasado.
