La Rioja ha decidido adherirse al nuevo semáforo elaborado por el Ministerio de Sanidad. Una nueva hoja de ruta que entrará en vigor tras el puente, el próximo miércoles 8 de diciembre, y que presta más atención a la presión asistencial que al número de contagios que se registren en la comunidad. Así queda invalidado el semáforo que hasta ahora servía en La Rioja para conocer las medidas que debían tomarse según la situación de cada uno de los municipios o de la comunidad en general.
La Interterritorial de Sanidad ha ampliado así los márgenes en las incidencias acumuladas teniendo en cuenta el nuevo escenario en el que, con una alta tasa de vacunación, los índices de ocupación hospitalaria y de UCI no tienen la misma relación con el número de contagios que en las olas anteriores. Siguen siendo cinco diferentes escenarios, pero con límites en las indicencias acumuladas mucho más amplios.
Entre las novedades de este semáforo con respecto a los anteriores está que se da más importancia a la ocupación hospitalaria, incluyendo así dentro de los parámetros a medir la tasa de nuevas hospitalizaciones en la última semana. Es decir, el número de ingresos, tanto en planta como en UCI, en relación a la población de cada uno de los territorios.
De esta manera se vuelven a identificar dos bloques que tener en cuenta. El primero es la circulación del virus, donde se medirán las indicencias acumuladas a 7 y 14 días de la población en general y también de la población mayor de 65 años, además de la tasa de positividad. Para pasar de nivel tendrá que haber al menos dos de estos indicadores en el nivel superior.
El otro bloque tiene relación a la ocupación hospitalaria y, además de determinar la ocupación de camas hospitalarias y camas UCI, se tendrá en cuenta la nueva tasa de nuevas hospitalizaciones, con el objetivo de adelantarse lo máximo posible a picos de incremento hospitalario. Así, con un único indicador que esté por encima en este bloque, habrá que subir de nivel.
Para cada indicador se establecen umbrales para determinar si el riesgo es bajo, medio, alto o muy alto. A partir de esos datos, se establecen cuatro niveles de alerta:
- Nivel de alerta 1: Cuando al menos dos indicadores del bloque I y uno del bloque II están en nivel bajo.
- Nivel de alerta 2: Cuando al menos dos indicadores del bloque I y uno del bloque II están en nivel medio.
- Nivel de alerta 3: Cuando al menos dos indicadores del bloque I y uno del bloque II están en nivel alto.
- Nivel de alerta 4: Cuando al menos dos indicadores del bloque I y uno del bloque II están en nivel muy alto.
¿Y que diferencia habrá entre estar en un nivel u otro? Pues, de momento, ninguno, ya que la Interterritorial no sólo no ha puesto medidas asociadas al semáforo sino que tampoco ha delimitado, de momento, recomendaciones. De momento, en la reunión del pasado miércoles entre los consejeros de Salud y la ministra, Carolina Darias, solo se ha sacado la conclusión de seguir con las medidas generales: distanciamiento, mascarilla en interiores o en aglomeraciones y ventilación.
Serán, de momento, las comunidades, las que determinen qué medidas se deben tomar sabiendo la situación en la que está cada uno de sus territorios bajo las pautas de este semáforo, que ahora es común para la mayoría de las regiones. Además, en la reunión, se puso de manifiesto que las recomendaciones que se puedan tomar en un futuro no serán por sectores como se había venido haciendo hasta ahora. Nada de limitación de aforos en exclusiva para la hostelería, en el ocio, en la cultura o en los eventos deportivos.
El ejemplo de que el semáforo no conlleva ni medidas ni recomendaciones extraordinarias es el que se puede comprobar esta misma semana. Hay provincias en nivel 4 como Gerona o Huesca y otras, una gran mayoría, que se encuentran en nivel 1, como La Rioja. Sin embargo, tienen las mismas recomendaciones. Así queda claro que, de momento, el semáforo sólo es una foto fija en la que saber en qué situación se encuentra el territorio y poco más.
