El BM Logroño viaja a Benidorm con una doble motivación, la de ganar a otro equipo que quiere estar en la zona alta de la Liga Asobal y la de resarcirse de su última derrota, la del martes en Croacia.
El equipo riojano acabó derrotado el martes con la sensación de que podía y debía haber ganado, pero no logró aguantar su ventaja y, además, se vio perjudicado por un criterio arbitral más que discutible.
Por eso el choque de mañana es un verdadero examen para los riojanos, que han logrado rendir a un nivel muy alto en lo que va de temporada, pero necesitan regularidad y saber solventar situaciones en las que tiene que “mandar”.
Así, si de verdad aspira a la segunda plaza, algo que por juego ha demostrado que puede hacer, debe sacar adelante un partido ante un rival con una plantilla mucho más completa de lo que dice la clasificación.
“Son un muy buen equipo, hecho para estar arriba, aunque por diferentes circunstancias no lo están, pero tienen calidad”, ha advertido el entrenador de los riojanos, Miguel Ángel Velasco.
Respecto a la moral de su equipo tras la dolorosa derrota en Croacia, ha asumido que “hay que quedarse con lo positivo” y “con este calendario, tampoco da tiempo a mucho más, solo pensar en el siguiente encuentro”.
Pero además, el Logroño tampoco tendrá mucho tiempo después, ya que irá directamente de Benidorm a Alemania, donde juega el martes, ante el Magdeburgo, en un partido sin ninguna presión, y por eso también debe centrarse en el de mañana.
El Logroño ha viajado a Benidorm con toda su plantilla al completo -salvo Eduardo Cadarso, lesionado hace semanas, para jugar mañana y para viajar a Alemania después.
