Aunque las vacunas están haciendo su función prioritaria, que es principalmente evitar los cuadros más graves de la enfermedad y también la de reducir la transmisión del COVID-19, el repunte de casos activos en las últimas semanas se está viendo reflejado también en los hospitales riojanos.
En dos semanas, los casos de COVID que han terminado en la UCI se ha multiplicado por dos. De hecho, han pasado de cuatro, hace apenas tres semanas, a nueve en la jornada de este viernes. Mayor ha sido el cambio en las hospitalizaciones que no precisan de cuidados intensivos. Si hace justo quince días había tres hospitalizados por COVID-19 en las camas de los hospitales riojanos, este viernes la cifra es ya de 16 ingresados.
Esto ha llevado a que el Hospital San Pedro, tal y como marca el protocolo de Salud, haya tenido que dejar la séptima planta (dedicada habitualmente a infecciosos) solamente para casos COVID. En los peores momentos de la pandemia llegó a haber hasta cuatro plantas ocupadas por enfermos relacionados con la pandemia.
Y es que los datos son preocupantes, pero si echamos la vista atrás nada que ver con lo que vivía la región hace justamente un año. A principios de noviembre de 2020 había en La Rioja en torno a 1.600 personas contagiadas de las que unas noventa estaban ingresadas en las camas del Hospital San Pedro y más de una treintena en la UCI, mismos números a los ingresados que tenía por aquellas fechas el Hospital Fundación de Calahorra.
