La propietaria de la tienda de ropa saqueada durante los disturbios del 31 de octubre de 2020 en Logroño ha reclamado que “se haga justicia” y que el que “lo ha hecho que lo pague”, porque “moralmente no hay dinero que pague el disgusto” que ella sufrió tras el asalto de su establecimiento textil.
Cristina Pérez ha declarado este miércoles en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño desde el lunes pasado contra ocho jóvenes, a quienes el fiscal pide entre 5 y 15 años y medio de prisión como presuntos autores de los delitos de desórdenes públicos, atentado a agentes, daños y robo con fuerza; mientras que las defensas solicitan su libre absolución.
En esta sesión también han comparecido diez agentes de la Policía Nacional que participaron en el dispositivo desplegado frente a la sede de la Delegación de Gobierno, donde se había convocado a través de las redes sociales una concentración no comunicada para protestar por las restricciones en la hostelería debido a la pandemia.
Tras los disturbios producidos en el paseo del Espolón, un grupo se dedicó a volcar contenedores en la zona de Vara de Rey y asaltó una tienda de ropa en la calle Doctores Castroviejo, a cuyos escaparates lanzaron trozos de alcantarillas y papeleras para fracturar los cristales y entrar al interior a saquear el género.
La dueña del establecimiento ha detallado que los asaltantes también “reventaron” el ordenador al intentar desprender el cajetín donde se guarda el dinero en metálico para los cambios. Ha precisado que ha sido indemnizada por su compañía de seguros con un total de 21.600 euros por el total de los daños producidos en su comercio y los productos saqueados durante los altercados.
“Moralmente no hay dinero que lo pague, me dejaron una temporada sin productos para vender, con gastos que pagar, empleados contratados y un disgusto que dura para siempre”, ha subrayado. Aunque “materialmente” se siente indemnizada, ha exigido que “se haga justicia”.
“Quien lo ha hecho que lo pague, solo les deseo que lloren la mitad de lo que me han hecho llorar a mí”, ha insistido Pérez. También ha relatado que alguno de los saqueadores se dejó sus zapatillas en la tienda tras llevarse puestas unas robadas y que tuvieron que contratar a un guarda jurado para vigilar la tienda hasta que pudieron reponer los escaparates.
Este jueves, tras la declaración de dos testigos de las defensas, está previsto que comiencen los informes de conclusiones de las partes, de modo que el juicio concluya este viernes.
