San Mateo

Hermoso de Mendoza: “Es un buen momento para volver a Logroño, juntarse y reencontrarse”

Hermoso de Mendoza: “Es un buen momento para volver a Logroño, juntarse y reencontrarse”

FOTOS: Raquel Manzanares.

Un canto al amor y a recuperar esos momentos que la pandemia nos robó al inicio del año 2020. Así afronta el alcalde Pablo Hermoso de Mendoza los próximos días en Logroño. Casi dos años después, el COVID-19 ha dado una vuelta de calcetín a toda la sociedad y a sus costumbres, aunque poco a poco recuperamos la normalidad. En ese regreso a lo de antes, la capital riojana vivirá del 18 al 24 de septiembre unas fiestas “de transición” con más de cien actividades.

– Todavía no ha quemado la cuba y este año tampoco será. Sólo le queda una. ¿Confía en hacerlo?

– Sí, sí (risas). La vida hay que vivirla día a día, pero espero que el año que viene sea normal y podamos disfrutar con intensidad de San Mateo.

– El acto más especial para todos los logroñeses suele ser el lanzamiento del cohete y este año tampoco hay, ¿cuál será entonces el suyo?

– No hay ninguno especial. Este año, lo especial de San Mateo será ver cómo responden los barrios a las actividades culturales, la gran programación del Teatro Bretón… lo que más me apetece es disfrutar, callejear y ver en cada barrio y en cada plaza lo que Logroño ofrece. Va a ser un buen momento para la hostelería y la restauración. Muchas personas se reunirán, comerán y compartirán en nuestros establecimientos. Yo lo que espero es disfrutar con tranquilidad de las fiestas.

– En una entrevista similar a esta, hace dos años, les pidió a los logroñeses que se enamoraran en las fiestas. ¿Qué les pide en 2021? Quizás alguno tuvo la suerte…

– A la gente joven le digo lo mismo, que se enamoren porque llevan dos años en los que lo estamos poniendo muy difícil con el toque de queda, las restricciones, no han podido ir presencialmente a la universidad… que sigan enamorándose en San Mateo. Además, son fechas en las que es un rito juntarse para mucha gente. Quizás el año pasado no se pudieron juntar y no pudieron venir a Logroño a la feria de pelota, los toros… por lo que les pido que vengan. Que las familias vuelvan a juntarse y los amigos vuelvan a encontrarse. Es un buen momento para volver a Logroño, juntarse y reencontrarse.

– ¿Cómo se presentan las fiestas?

– Las fiestas vienen con el deseo, tras un mes de agosto con una intensa actividad económica, social y cultural en Logroño, ya que mucha gente nos ha visitado por primera vez según nos dice la hostelería y los hoteles, de que ese tirón y las buenas perspectivas sirva con San Mateo para alargarlo. Septiembre es un buen mes para Logroño, es el mes de la cosecha y recoger el fruto. Que también tenga el fruto social y económico. En el difícil equilibrio entre salud y economía, que las fiestas sean un acicate para volver a la normalidad. Serán unas fiestas diferentes con un marcado carácter cultural y con una serie de actividades preparadas con mucho cariño para que la gente, desde la más joven a la más mayor, pueda disfrutar de actividades lúdicas y festivas.

– ¿En qué momento decidieron dar un paso al frente y celebrar las fiestas?

– Son momentos de incertidumbre, siempre estamos sujetos a los indicadores epidemiológicos y hasta el último momento no se podía saber, pero los datos nos indicaban que esta quinta ola, en un escenario con gran parte de la población vacunada, no tenía un problema de colapso sanitario. Siempre íbamos con la corriente a favor del proceso de vacunación, envidiado en todo el mundo, y llegamos a San Mateo con más del 75 por ciento de la población vacunada y los datos de contagio cayendo. Ahora es un momento en el que todas las administraciones estamos con la pretensión de hablar de recuperación social, económica y cultural.

– ¿Y cuándo se toma la decisión?

– Esperamos hasta principios de septiembre. Siempre hemos estado en contacto con Salud y queríamos que hubiera fiestas, pero con prudencia y responsabilidad. Por eso se han eliminado los factores de mayor riesgo como el cohete, los fuegos articiales, las carrozas, la quema de la cuba… porque son momentos en los que se agolpa mucha gente. Hay que retornar a la normalidad y hay una necesidad de festejar después de año y medio de sufrimiento y dolor. Hemos perdido mucha gente y la gente necesita estar con la familia y los amigos. Y juntarse, tener momentos para volver a sentir un espacio de ocio y diversión.

– Alguna prueba ya habían realizado.

– Hemos visto a lo largo del verano que las actividades culturales han sido muy bien recibidas. Por ejemplo, la Semana de la Música Antigua, Concéntrico o el ciclo ‘Bajo el cielo de Logroño’. La gente lo valora. Siguiendo esa estela, nuestra idea era continuar con esa serie de actividades, muchas de ellas que afectan al sector cultural y que necesita volver a escuchar el aplauso como el Teatro Bretón o La Rosaleda. También teníamos el antecedente del ferial en junio, que fue muy bien recibido cuando toda la chavalería y la gente mayor iba a la feria con sus nietos. Las barracas van a ser importantes igual que las citas en la pelota y los toros. Logroño siempre es una cita obligada para los aficionados.

– ¿Cuál ha sido el mayor reto?

– El reto de la seguridad. Todas las actividades se realizan con el público sentado y el componente logístico es importante. Además, evitar elementos de cierto riesgo en momentos de bullicio y exaltación. Hay que hacer que las fiestas transcurran con normalidad, prudencia y responsabilidad.

– En esa prudencia entra el botellón, donde la ciudad tiene un problema de masificación. ¿Se van a adoptar medidas excepcionales?

– Yo hago u llamamiento a la responsabilidad y prudencia, así como seguir con el trabajo cada vez más coordinado entre la Policía Local y la Policía Nacional. Hay que poner encima de la mesa cómo normalizamos los aforos en la hostelería y la apertura del ocio nocturno. Dar pasos en ese sentido. Las autoridades sanitarias dirán cuándo, pero creo que es el momento de avanzar en ese aspecto porque eso condiciona en cierta medida el número de gente que se reúne en esas concentraciones del Parque del Ebro.

– Las peñas se desmarcaron de la organización de actividades y el Gobierno ha suspendido el pisado de la uva. ¿Ha habido un trasfondo político en la toma de estas decisiones?

– No lo sé. En el difícil equilibrio entre economía y salud, cada cual toma las decisiones en su ámbito. Las peñas apelaron a la prudencia porque el Espacio Peñas puede ser difícil de gestionar. Nosotros como ayuntamiento nos hemos abierto a que pudieran hacer otro tipo de actividades y actos como sí han hecho las casas regionales. Han decidido no participar y lo respeto. En el tema del pisado, también hay gente que se puede agolpar en El Espolón y se ha decidido que lo más prudente es no hacerlo. En la administración todo el mundo está con el debate de dónde está el límite. No creo que responda nada más que a la tensión y el difícil equilibrio de ser prudente e ir normalizando la situación.

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