La última semana de agosto se va a convertir en un suplicio ya habitual para Alfaro. El año pasado, allá por el 22 de agosto, tres contagios ponían en alerta al municipio que veía cómo los positivos se iban sumando exponencialmente día a día hasta llegar a máximos insospechados por la celebración de las ‘no fiestas’. Este año, casi por las mismas fechas, los casos han empezado a subir de nuevo. Los activos del pasado 15 de agosto casi se han duplicado en poco más de diez días.
Así, los alfareños no olvidan la historia del año pasado: esos primeros tres casos se convirtieron en catorce días en más de trescientos. Luego llegaron los test masivos, el cierre perimetral, el cierre de los comercios…
Ahora el municipio cuenta con casi el doble de los casos que contaba hace justo un año, convirtiéndose en estos momentos en el municipio con más casos por cada 100.000 habitantes de La Rioja. Son un total de 86 los casos tiene el municipio en la actualidad y aunque la situación nada tiene que ver con la de el año pasado, la preocupación empieza a asomarse por las calles de la localidad.
“No estamos tan preocupados como el año pasado porque el índice de vacunación es bastante alto en el municipio y las cosas han cambiado mucho”, explicaba Raquel Pedraja que está, aún así, atenta de los datos que va dando salud cada mañana.
Además ahora se conoce mucho más del virus que en ese inicio de la segunda ola en La Rioja. “Lo que hace falta es que seamos muy responsables con el tema del cumplimiento de las cuarentenas para que esta transmisión se corte lo antes posible, hay que pensar en los sectores que peor lo han pasado”, ha añadido.
