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Antonio Serradilla: “¿Por qué no voy a poder volver a los Hispanos?”

FOTO: Raquel Manzanares/EFE.

Eduardo Palacios (EFE). El jugador del Logroño La Rioja, Antonio Serradilla volvió a disputar un partido de balonmano el pasado fin de semana, en Santander, y anotó dos goles, aunque ese dato queda en un segundo lugar frente a lo más importante, que ese encuentro fue la culminación del mayor ejemplo de superación que se puede encontrar en su deporte y quizás en el deporte profesional español.

A Antonio Serradilla (Sevilla, 1999) el mundo se le vino abajo hace apenas tres meses. Tras jugar un partido en Córdoba con el BM Logroño viajó a su ciudad natal para someterse a algunas pruebas médicas porque “veía un poco borroso”, ha detallado en una entrevista a EFE. El diagnóstico fue el peor posible, un tumor que obligó pocos días después a extirpar el nervio ocular del ojo derecho e iniciar un proceso de recuperación incierto. Sobre todo porque desde el principio se le planteó por los médicos que muy probablemente debería dejar el deporte de alta competición. Así, un “chaval” ilusionado por hacerse un sitio en la elite del balonmano español, que ya había debutado con la selección absoluta, estaba cerca de tener que dar un cambio radical a su vida.

FOTO: Raquel Manzanares/EFE.

“Fue un momento muy duro, sobre todo porque al principio creía que no era algo tan grave”, ha explicado el jugador, que ya desde ese primer momento trató de centrarse “en la recuperación y creo que por eso lo he llevado mejor”. Han sido meses de un trabajo específico, en el que sigue, para mejorar sus reflejos y su precisión, unido a la preparación física y mental de cualquier deportista de élite.

Admite, no obstante, que “en un primer momento no pensaba en el deporte, solo en ponerme bien” pero “nada más salir de la operación”, a principios de junio “ya me planteé que quería volver a jugar a balonmano y enfoqué todo en ello”. “Desde el principio trabajé con ese objetivo y lo he conseguido”, explica el jugador, consciente de que tiene la visión periférica más limitada que cualquier otro jugador “pero se suple algo con más movimientos de la cabeza que lo que sería normal”, explica. Además “también es una cuestión de intuición, de experiencia por llevar tiempo en esto y de estudiar más a los rivales y saber por dónde se suelen mover”.

Recalca, también, que tiene “mucha ayuda de los compañeros” que “se han portado muy bien” y que “incluso han intentado jugar con un ojo tapado para ver cómo me siento yo”. “A mí me sale, pero a ellos no tanto”, bromea. Pero para él lo más importante con sus compañeros de vestuario es que “les veo contentos” con que haya vuelto al equipo y que sea uno más”.

“No sé si soy un ejemplo de superación o no, pero a mí los médicos me decían que iba a ser difícil que volviera a jugar al máximo nivel y lo he logrado y eso es lo que le puedo decir a la gente que se vea en una situación difícil, que crean en sí mismos y que con trabajo se puede”, ha incidido el jugador del Logroño de la Liga Asobal.

De hecho, no se queda con el haber vuelto a jugar -ayudado por unas gafas protectoras especiales- sino que ahora quiere “pelear por mi sitio y por ser importante en el equipo” y, “porqué no” volver a ser uno de los Hispanos.

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