“El botellón no es un problema de solución policial sino de una profunda reflexión social“, con estas palabras resumía la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, la situación vivida cada sábado en el Parque del Ebro de Logroño.
Tras las aglomeraciones que se repiten cada fin de semana en esa zona de la capital y teniendo en cuenta que el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, el botellón, está prohibido en La Rioja, cada vez son más voces las que piden un endurecimiento de las medidas por parte de la policía para disolver esas reuniones.
“Luego dirá el alcalde que al Ebro no se va a beber, y anoche eso era un auténtico festival de alcohol, música y barra libre”, denuncian desde el sector de la hostelería. “Mientras nosotros tenemos que cerrar a las 2, la fiesta continúa sin medidas”.
Pese a que la tasa de contagios sigue en aumento, sobre todo entre los jóvenes, alcanzando este viernes una incidencia de 775 casos por cada cien mil habitantes los de entre 20 y 29 años y de 611 los de 12 a 19, las reuniones no cesan. “La Policía pasa pero todo sigue. Y que luego no digan que no se bebe, que esta mañana el parque estaba lleno de botellas y basura”.
