Gastronomía

El sabor helado del verano en Logroño

Tres heladerías de Logroño revelan los gustos y costumbres de los logroñeses, “más de cucurucho” que de tarrina

No hay verano sin helado y eso bien lo saben los riojanos. Alrededor del mes de marzo las heladerías comienzan a abrir sus puertas y es hasta el mes de octubre, si el tiempo lo permite, cuando los ciudadanos pueden disfrutar de estos dulces, aunque hay golosos que en sus congeladores los tienen disponibles durante todo el año. Pero es con la llegada del buen tiempo cuando un mayor número de público se anima a disfrutarlos.

Consumirlo durante las horas más calurosas del día para refrescase es uno de los mayores placeres del verano, pero tomarlo como postre es otra de las grandes costumbres a la que no pueden contenerse ni mayores ni niños. Logroño dispone de varias heladerías artesanas, y si preguntas a sus ciudadanos te recomendarán una u otra según el hábito de consumo que hayan tenido durante su pasado. Hecho que ha destacado Alejandra Paz, trabajadora de la Veneciana: “Muchas personas vienen porque es lo que llevan haciendo toda la vida, somos su sitio de referencia y así nos lo dicen”.


La Veneciana lleva acompañando a los logroñeses muchos veranos, comenzó ofreciendo cinco sabores y actualmente el número se ha multiplicado exponencialmente, lo que, según Paz, “es una de las claves de su éxito”. Aunque a pesar de la amplia oferta la trabajadora ha asegurado que los clientes son de gustos clásicos, “los helados más consumidos son el de stracciatella, yogur con amarenas y café. Pero también podríamos decir que se animan bastante con el de oreo”.

En la heladería Santangelo´s, la familia Vergara también nos ha confirmado que los logroñeses, a pesar de cada año quieren probar las novedades para las que el padre y el hijo de la familia trabajan cada invierno, “terminan eligiendo sabores tradicionales, la variedad de chocolates y la de yogures”. Esta heladería familiar que lleva 37 años refrescando los veranos a los vecinos de Logroño conoce los gustos de su fiel clientela y por ello les ofrece los mejores productos. “Nosotros hacemos los helados en el obrador que tenemos en cada heladería prácticamente todos los días y utilizamos productos de primera calidad. Intentamos que sean riojanos o cuanto más cerca de aquí mejor”.

La calidad del producto que ofrecen es importante para todos. Jéssica Cabezuelo, trabajadora de la heladería Delizia en la calle Portales, recalca que “la gente busca la artesanía y la calidad. Pero además también le gusta la cantidad. Nosotros echamos bastante cantidad, ponemos dos sabores en cualquier tamaño y con cantidades generosas”. También tiene adeptos la mezcla de sabores nuevos, como la tarta de queso con el queso de cabra, pero que en los días calurosos “los helados de frutas son los más exitosos. La opción de mango, frambuesa y fresa son las más elegida porque es muy refrescante”.

Los hábitos de los logroñeses

Los ciudadanos de la capital riojana antes de que el COVID-19 llegara a sus vidas acostumbraban a acudir a estos comercios durante las noches de los fines de semana y a última hora de las tardes de los días laborales. Pero la crisis sanitaria estalló y las costumbres de los vecinos cambiaron con ella. Los establecimientos riojanos confirman que la afluencia de la gente es más “extraña. Ahora no hay nada seguro. Es cierto que lo normal es que la mayor cantidad de gente venga los viernes y sábados por la tarde, pero nunca se sabe”, dicen los Vergara.

Pero Alejandra Paz sostiene que durante las mañanas de los fines de semana también notan que acude gran número de clientes. “Ahora mucha gente se ha acostumbrado a reunirse con los amigos o familia desde por la mañana y vienen a recoger envases de un litro para llevar”. Aunque en las tres heladerías coinciden en que los logroñeses son “más de cucurucho” que de tarrina. ¡Al rico helado!

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