771. Es el número de personas que han perdido la vida en La Rioja a causa del COVID-19. Algo más de 1,4 muertos diarios, si los contamos desde ese 10 de marzo de 2020 en el que se registró el primer fallecimiento por la pandemia en la región: el de una mujer de 73 años con pluripatología previa que había ingresado en el San Pedro unos días antes.
Son números, pero también son nombres. Adelina, Manuel, Raquel, Gregorio, Domingo, José, Pilar… y así hasta 771. Familias destrozadas, hijos huérfanos, vecinos de nuestros municipios que, con el corazón en un puño, vieron cómo sus familiares se iban. Algunos en los hospitales riojanos, otros en las residencias… para no volver. 771 despedidas en silencio, sin tiempo a darse cuenta de lo que se les venía encima, algunos (demasiados) sin la posibilidad de decir adiós en persona, sin abrazos de consuelo, sin besos que deseasen un buen viaje final.
Pero no todas las épocas del año han sido iguales. Si del 8 de junio al 18 de agosto del año pasado pasaron 51 días sin que se registrasen fallecidos y se consolidaba la mejor racha de la comunidad, estos días vivimos el segundo mejor ciclo sin fallecidos en La Rioja. Buenas nuevas en un tiempo en el que son necesarias.
Nueve días han pasado desde que se registró el fallecido número 771. 216 horas sin que un sanitario tenga que llamar por teléfono para informar del terrible desenlace. Una fecha para guardar, por si acaso: el 24 de mayo. Desde entonces la suma sigue paralizada, por fortuna. Y que dure. Nada que ver con la peor semana de la pandemia, aquella del 3 al 12 de abril del año pasado, en la que se registraron 110 fallecidos en nueve días. Quizás muchos ya no se acuerden, pero los días 4 y 7 de abril de 2020 se registraron los dos hitos más tristres de la pandemia: 19 muertes cada uno de esas dos inolvidables y negras jornadas.
El escudo más efectivo
La vacuna tiene todo que ver en estas nuevas cifras. En La Rioja, un amplio porcentaje del total de los fallecidos superaban los 70 años y ya todos están vacunados. El 100 % de los mayores de 80 años tienen la pauta completa, el 98,7 % de los mayores de 70 años también. Y es que, si echamos un ojo a la pirámide más terrorífica de la pandemia, la de los fallecidos, el mayor porcentaje de decesos ha sido en hombres de 80 a 89 años, con más de un centenar de fallecidos.
Las mujeres de esa misma edad ocupan el segundo puesto en el terrible ranking. Después, mujeres de más de 90 y hombres de 70 a 79 años. Pero no sólo han sido ellos. Por eso los sanitarios insisten tanto en seguir tomando precauciones. Solo la franja de 20 a 29 años y de 0 a 9 años se ha librado en La Rioja de contabilizar algún fallecimiento.
Pero los datos mejoran, la UCI se va descongestionando (este miércoles registra la menor ocupación desde el verano) y no es porque las personas que están ingresadas pierdan en ella. Y así, si el año pasado comenzó la mejor racha sin fallecidos el 8 de junio, todo apunta a que, con la vacuna en índices muy buenos entre la población con mayor porcentaje de letalidad en esta pandemia, y la llegada del buen tiempo (más espacios al aire libre) este podría tratarse de un nuevo récord de días sin fallecidos. Ya van nueve. Sigamos sumando para no tener que restar a más riojanos.
