El caso ‘Logroño Turismo’ llega a su fin con un acuerdo de conformidad entre las partes. Los tres acusados (prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias) han reconocido los hechos a cambio de una rebaja en su condena, que ascenderá a tres años de prisión, diecisiete años de inhabilitación especial para ocupar cargos públicos y una multa de 6.000 euros, así como al pago de las costas procesales. No entrarán en la cárcel al no contar con antecedentes penales.
Ángel Varea (exconcejal del PR en el Ayuntamiento de Logroño) ha sido condenado a un año y medio de prisión, 3.000 euros de multa y siete años de inhabilitación especial para ocupar cargo público. En el caso de Erich Reiner, la pena asciende a un año de cárcel, 3.000 euros de multa y cinco años y medio de inhabilitación especial. Por último, Alberto Álvaro (responsable de Jazz Group) ha sido condenado a seis meses de prisión y cinco años de inhabilitación especial, así como la contratación con el sector público.
El germen del juicio fue una serie de adjudicaciones irregulares que comenzó en 2008 cuando Varea y Reiner entraron en el Ayuntamiento de Logroño. Con ellas beneficiaron económicamente a la empresa Jazz Group mediante prodecimientos negociados sin publicidad. Estos tenían como objeto folletos turísticos, diseño de logotipos, merchandising, proyectos culturales como ‘Catarsis’ y otras iniciativas turísticas. En total, 659.000 euros en adjudicaciones a dedo durante cuatro años.
Además, Logroño Turismo y Jazz Group contaban desde 2008 con un contrato al margen de los proyectos por 2.000 euros mensuales (prorrogable año a año. En abril de 2010, sin mediar negociación alguna ni oferta pública, se ordenó un incremento del cincuenta por ciento y se ocultó a la asesoría jurídica. Finalizó en mayo de 2011.
Además, los responsables de Logroño Turismo destruyeron casi toda la documentación de la empresa pública antes de las elecciones de mayo de 2011. La inminente victoria del PP llevó a los dirigentes a contratar a una empresa de seguridad que hizo desaparecer un mes antes gran cantidad de archivos sin la presencia de funcionarios ni técnicos municipales que lo controlaran. La Fundación Logroño Turismo desapareció a finales de 2011.
Los acusados han manifestado su conformidad con la calificación jurídica, pero no con la totalidad de los hechos que se les han imputado. «Estoy conforme con la sentencia, pero sigo defendiendo mi inocencia», ha indicado Varea, tras lo que el magistrado le ha recordado que la «conformidad» sólo se refiere a la calificación realizada por la justicia y las penas acordadas. «Menos mal que destruimos tanta información», ha ironizado Reiner al mostrar también su «sí» a la pena impuesta.
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