La peatonalización de la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil ha comenzado este viernes y los vecinos, comerciantes y hosteleros de la misma se encuentran desconcertados con tantos cambios como están sufriendo en los últimos meses. Nora, de confitería Goya, asegura que antes del cambio de sentido “teníamos mucha más visibilidad; desde entonces notamos mucho menos tráfico”. La vecina asegura que los cambios que sufren en la calle “están siendo un poco locura. Además, muchos locales están cerrando, pero espero que al menos, al pasar a ser peatonal, nos vea más gente y se animen a abrir nuevos comercios”.
Aunque no siempre llueve a gusto de todos y hay vecinos que no están totalmente de acuerdo con este proceso. Este es el caso de Betssy, del bar Tairona: “Me parece un desastre, más con la situación en la que nos encontramos ahora”, en referencia a los problemas que está dejando en su sector la pandemia. Aunque inicialmente pensó que les podía beneficiar al poder poner más terraza, “nos han dicho que esto no va a ser así, por tanto las obras solo nos van a perjudicar más”, ha explicado.
Las duración de los trabajos preocupa también a Antonio Neira, de Helvetia Seguros: “El plazo de ejecución me parece un poco excesivo, porque luego ya sabemos lo que pasa, que dura más de lo que dicen”. Pero Neira se muestra positivo: “Todo lo que sea mejorar la ciudad me parece buena idea”, y al igual que otros vecinos confía en lo que pueda suponerles una vez finalice el proyecto: “Espero que la gente nos vea más”.
La mejora de la ciudad es otro de los argumentos positivos que aporta Nacho Acebedo, de la vinoteca Viura Negra, que asegura que los ayuntamientos deben crear “ciudades dinámicas para los ciudadanos. Ellos son los que hacen la ciudad”. Para él la ciudad es para el peatón, no para los coches, y “deberíamos concienciar a la gente para utilizar más los medios de transporte públicos o andar”, entiende que los centros de las ciudades estén peatonalizados y no puedan acceder vehículos.
Aunque Acebedo también admite que echa en falta en el proyecto el soterramiento de los contenedores de la calle, pues “sería un punto a favor para dejar la calle perfecta”. Aunque la peatonalización puede hacer que sus clientes no accedan con sus vehículos a recoger sus pedidos, lo que puede puede perjudicarles, el comerciante no se muestra del todo molesto: “Es cierto que puede suponernos pérdidas, pero me da igual, no todo es dinero en la vida”.
