La Guardia Civil ha denunciado a un varón de 46 años, de nacionalidad española y vecino de Calahorra, por una infracción grave a la Ley de Caza de La Rioja. La actuación se llevo a cabo durante un control de prevención de la seguridad ciudadana, establecido en el peaje de la AP-68.
Los agentes interceptaron en el control calagurritano una pickup marca Ford Ranger. Durante el proceso de identificación de su conductor, los agentes constataron su historial por la tenencia y porte de armas blancas. Esto motivó el registro del vehículo. Por ello se hallaron en su interior dos palomas muertas, un cuchillo ensangrentado, cien cartuchos del calibre 12, ropa de camuflaje, cuatro linternas, un frontal, mantas, cuerdas y sacos.
A preguntas de los agentes sobre los motivos de encontrarse en el lugar portando piezas de caza muerta y útiles para el ejercicio de la caza, manifestó varias incongruencias al respecto. Esto también motivó la intervención de los efectos y la tramitación de la correspondiente acta/denuncia por infracción a la Ley de Caza de La Rioja. “Transportar piezas de caza muertas o partes identificables de las mismas sin que vayan acompañadas de los precintos, marcas y justificantes que acrediten su origen”.
El infractor se enfrenta a una multa de 301 a 3.000 euros, retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un plazo comprendido entre seis meses y cinco años. Los efectos intervenidos junto con la denuncia han sido puestos a disposición de la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja.
