La Rioja

La Cofradía de San Gregorio honra a su patrón en la ‘chiquitita, chiquitita’

El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, ha visitado este domingo la ermita de San Gregorio acompañado por varios miembros de la Cofradía de San Gregorio, en el día de su patrón, San Gregorio Ostiense.

La ermita o capilla de San Gregorio se construyó en 1642 en el espacio que ocupaba la casa que, según la tradición, fue residencia del santo y donde falleció el 9 de mayo de 1044, fecha en la que actualmente se celebra San Gregorio Ostiense.

Tras el hundimiento del tejado, la ermita original fue desmontada en 1971, aunque el Ayuntamiento de Logroño pudo recuperar y conservar los sillares de la fachada y buena parte de las piedras con las que estaba construida.

Con la rehabilitación de la calle Ruavieja y la reedificación de bloques de viviendas, el Ayuntamiento reservó el espacio en el que anteriormente se había situado la ermita para su reconstrucción, en el número 55 de esta vía. Así, el 9 de mayo de 1994, coincidiendo con la festividad de San Gregorio Ostiense y en el 950 aniversario de su fallecimiento, se inauguró la nueva ermita, en cuya reconstrucción se utilizaron las piedras que se habían conservado.

Tras años cerrada al público, la ermita de San Gregorio fue abierta de nuevo a la ciudadanía y al turismo el 7 de septiembre de 2019, gracias al actual Equipo de Gobierno, que respondía así a un antiguo anhelo de la Cofradía de San Gregorio desde su fundación por mostrar al público, una vez al mes, este espacio histórico.

Conocida popularmente como la ermita ‘chiquitita, chiquitita’ gracias a la copla de Pepe Blanco, actualmente permanece cerrada debido a sus reducidas dimensiones, que impiden su apertura al público en la actual situación sanitaria.

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