El Rioja

ASAJA pide el voto de los viticultores de Rioja situándose como “valor seguro”

Ante el proceso de renovación de la Interprofesional del Vino de Rioja y del Consejo Regulador, que se producirá en las próximas semanas, ARAG-ASAJA ha presentado este lunes las líneas de acción que seguirá para contar con el apoyo de los viticultores de Rioja, mostrándose como “un valor seguro en la defensa de sus intereses, sus viñedos y sus uvas”.

El presidente de ARAG-ASAJA, Eduardo Pérez, y el secretario general de la organización, Igor Fonseca, han expuesto sus credenciales para seguir siendo “una organización fuerte, profesional, con peso y capacidad para proteger la rentabilidad de los viticultores en un momento muy complicado debido al impacto de la pandemia”.

Durante su comparecencia, Pérez ha subrayado la importancia de estas elecciones porque es “ahora cuando a los viticultores nos toca luchar por nosotros mismos para ocupar el lugar que nos merecemos dentro del sector vitivinícola y encarar el futuro con objetivos, con entendimiento, con esfuerzo, pero también con firmeza”.

En este sentido, el secretario general de la organización ha detallado algunas de las propuestas con las que concurren a estas elecciones para hacer frente, desde la responsabilidad, a la crisis causada por el COVID y reactivar las ventas y el valor de Rioja: “Con estos compromisos, somos conscientes de que ASAJA no está inventando nada. Ni que tampoco tiene la varita mágica. Pero sí que es la única organización agraria con la fuerza y capacidad suficiente para defender el valor de los viticultores con profesionalidad”.

En concreto, ha señalado como uno de sus principales objetivos “poder aumentar el valor de las uvas de Rioja con unos precios justos tras la caída inadmisible del precio de la uva esta pasada campaña”. Para ello, ha recordado que con sus acuerdos, y hasta la irrupción de la crisis sanitaria, el equilibrio entre la oferta y la demanda había mantenido los precios de la uva entre 2017 y 2019 en una media de 0,99 euros la uva tinta y 0,80 euros la uva blanca.

Por este motivo, ha anunciado que su organización propondrá diseñar un contrato marco plurianual que sirva para salvaguardar al viticultor en épocas de crisis y demandará mayores garantías para el cumplimiento de la Ley de la Mejora de la Cadena Alimentaria con el que poder garantizar unos precios justos.

Además, Fonseca también ha indicado que van a “continuar exigiendo fondos extraordinarios europeos y nacionales que estén dirigidos a los viticultores de las zonas productoras de vinos de calidad para que el viticultor no siga siendo siempre el eslabón más débil de la cadena” como forma de combatir las consecuencias económicas derivadas de la pandemia.

Por otro lado, y con respecto a mejorar la rentabilidad de los viticultores, el secretario general también ha indicado que ASAJA exigirá a las bodegas que diferencien con el precio la calidad de las uvas para impulsar y dar cobertura al gran crecimiento en el sector de la diferenciación cualitativa.

Asimismo, y en lo referente al crecimiento de masa vegetal, ASAJA seguirá trabajando para eliminar la referencia de 2045 como fecha para la liberación de plantaciones y continuará exigiendo condicionar el aumento de masa vegetal a la evolución del mercado y por tanto al incremento de ventas y al valor de la uva de Rioja, porque “sin equilibrio no hay plantaciones”.

Fonseca no ha perdido la oportunidad para incidir en la importancia de defender una “política de promoción fuerte basada en la ampliación de mercados externos, pero sin olvidar el mercado nacional que hoy es quien se lleva el grueso de las ventas”, así como la “defensa por la unidad de Rioja y el patrimonio de los viticultores frente a propuestas rupturistas”.

Mano al sector productor

El presidente de ARAG-ASAJA ha manifestado que la organización hubiera preferido llegar a un acuerdo con el sector productor para renovar de forma inmediata la Interprofesional del Rioja, antes que meterse en un proceso que “poco cambiará las cosas”.

En este sentido, ha explicado que desde su organización se tendió la mano al sector productor para llegar a un acuerdo, “convencidos de que, en un momento complicado para el sector, lo más útil era dejarnos de procesos electorales y dedicar nuestro tiempo y esfuerzo en trabajar y adoptar decisiones que nos ayudasen a revertir la situación por la que están atravesando el sector vitivinícola”. Sin embargo, ha añadido, “lamentablemente la propuesta de ASAJA no fue atendida por el resto de organizaciones agrarias”.

Proceso de acreditación

Las OPA se disputarán hasta el próximo 30 de abril la representación de algo más de 8.000 viticultores que cultivan 35.971 hectáreas de viñedo. Los cien votos de la rama productora se repartirán entre las cooperativas y organizaciones agrarias que conforman la DOCa Rioja.

De esta forma, ASAJA acude a este proceso tras haber crecido en representatividad en cada renovación de la Interprofesional del Vino de Rioja, hasta el punto de que hoy es la organización que suma más de la mitad de la representatividad de todas las OPA. En concreto, cuenta con 29 votos y 4 vocales en la composición de la Interprofesional del Vino de Rioja. En su web se puede consultar la información sobre la campaña.

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