Después de haber vivido un 2020 en el que nos hemos dado cuenta de que nuestra vida puede cambiar radicalmente en un abrir y cerrar de ojos, la firma de comunicaciones riojana Knet apuesta por brindar ayuda a quienes más la necesitan.
En esta ocasión, Knet se ha sumado a la celebración del Día Mundial del Agua, un bien preciado y necesario y ha donado a la ONG riojana ‘Formación y Vida’ unas tablets que permitirán a los habitantes de una zona del sur de Mauritania tener acceso a internet desde una herramienta fácil de manejar. Además, estas tabletas les permitirán aprender lo necesario para desarrollar sus capacidades con la tecnología.
‘Formación y Vida’ es una Asociación de Cooperación al Desarrollo cuya finalidad se centra en la mejora de la calidad de vida de una zona del sur de Mauritania. Trabaja en una comunidad de 15 pueblos con más de 18.000 habitantes. Desarrolla un trabajo, tanto desde La Rioja como directamente en Mauritania, con profesionales de diferentes sectores que ponen a disposición de la ONGD su experiencia, tiempo e ilusión para que los proyectos sean una realidad.
Esta ONGD nació tras la experiencia que vivieron sus fundadores de acoger y convivir con un niño mauritano durante tres años. El niño vino a España a someterse a una serie de intervenciones quirúrgicas para combatir las malformaciones que la malnutrición había provocado en sus extremidades. Después de alcanzar su recuperación, el menor volvió a su pueblo. Esta experiencia cambió su percepción sobre la solidaridad, creando lazos profundos que impulsaron su deseo por conocer de primera mano la problemática de la zona. Por ese motivo, desde 2006 han realizado diversos viajes a Mauritania en los que se identificaron una serie de necesidades básicas que se materializaron en forma de demandas formales por parte de la población y las autoridades.
Tras realizar diversos estudios se plantearon un nuevo compromiso por el bienestar de toda una comunidad y se constituyó la ONG Formación y Vida para la consecución de los objetivos marcados.
Uno de sus grandes proyectos es precisamente ‘Agua para la vida’. Consiste en una perforación de cien metros para extraer mediante bombas y placas solares unos 35.000 litros al día para los habitantes de la comunidad de Niabina en el sur de Mauritania. Una vez que se extrajo el agua se construyó un depósito de 10 metros de altura que permite almacenar el agua que más tarde discurre por una nueva red de tuberías hasta la puerta de las casas con acceso mediante un grifo. Esta red ha permitido que se haya reducido a cero la mortalidad infantil por diarrea, que era muy habitual al no tener agua limpia ni potable.
Es necesario controlar el consumo del agua por cada casa/habitante para que no sufra la red y haya un equilibrio en todas las familias. Todo ello se realiza con personal de la zona donde con unos pequeños programas informáticos controlan los datos para que nadie haga mal uso de ese bien tan preciado.
Además, los animales ya no tienen que desplazarse a buscar agua a kilómetros de distancia pues pueden beber también de allí.
En la actualidad, se mantiene la perforación mediante mantenimiento de la potente bomba solar y de la red por donde circula, además del depósito de 35.000 litros. El hecho de que esta comunidad tenga agua potable ha permitido que mujeres y niñas ya no tengan que ir a buscar el agua lejos con los cántaros en la cabeza, y bebés a la espalda, tarea que les ocupaba buena parte del día y acarreaba frecuentes dolores de cuello, espalda y brazos. Ahora solo tienen que abrir el grifo.
