Más allá de ser pésimas consejeras, las prisas en la carretera son un peligro para el conductor que pisa a fondo el acelerador y para aquellos vehículos que encuentre a su paso. Una lección básica de circulación que parece desconocer un conductor logroñés investigado por exceso de velocidad.
El radar de la Policía Foral de Navarra cazó su vehículo a la friolera de 221 kilómetros por hora mientras circulaba por la A-21, en el término municipal de Ibargoiti. La cosa no queda ahí, ya que el ‘retrato’ del vehículo revela que en el momento de tomar la foto el conductor estaba frenando, por lo que la velocidad real que habría alcanzado en ese tramo sería aún superior.
