La Policía Nacional intensificó este fin de semana su actividad para evitar fiestas que supongan un riesgo de contagios, además de molestias para los vecinos. En la madrugada del sábado al domingo, sobre las 00:30 horas, acudieron a una celebración ilegal. Un ciudadano alertó de una fiesta ilegal en una lonja de la calle Cantabria de Logroño.
Al llegar al lugar, los agentes escucharon música y voces en su interior. Tras reiteradas llamadas a la puerta, los ‘fiesteros’ apagaron la música y no dejaron a la policía entrar. Sin embargo, tres horas después, se persona en el lugar el dueño del local manifestando que su hijo le ha cogido las llaves sin su permiso.
El propietario abrió la puerta del local y se produjo el desalojo de las personas que se encontraban en el interior. Un total de diez irresponsables que han sido propuestos para sanción por incumplimiento de la normativa vigente. En total, 32 actas por saltarse el horario de “toque de queda”, desobediencia y superar el número de personas que se pueden reunir.
