La frialdad de los datos conlleva a que, a menudo, los árboles no nos dejen ver el bosque. Que llegados a un punto nuestra mente sea incapaz de distinguir entre diez y treinta mil contagios o que no seamos capaces de vislumbrar a la primera qué supone para una comunidad como La Rioja perder a más de 700 vecinos como consecuencia de un virus.
Así, al cumplirse este martes el primer aniversario de la notificación del primer positivo por coronavirus en la región, tratamos de arrojar algo de perspectiva para entender mejor la verdadera magnitud de la pandemia que ha azotado La Rioja en los últimos doce meses. Si cada vez que cae un meteorito o arde un terreno necesitamos traducir a campos de fútbol el tamaño de la superficie afectada, estas serían las equivalencias del impacto sanitario de un año de pandemia en la comunidad.
Dos estadios como Las Gaunas de contagiados
Recibimiento a los Reyes Magos en Las Gaunas, en 2018. | FOTO: Eduardo del Campo.
Desde aquel primer positivo del 2 de marzo de 2020 hasta ahora, el virus se ha transmitido (al menos) entre 27.463 riojanos. Si decidiéramos reunirlos en un mismo espacio y tiempo sería necesario construir otro estadio como Las Gaunas (15.902 espectadores de aforo) para repartir a todos los contagiados en sus gradas o hacer otros seis Palacios de los Deportes de La Rioja (4.000 espectadores) para hacerles sitio.
Otro símil válido para comprender el alcance de los contagios sería imaginar que todos los vecinos de Calahorra (la segunda localidad más poblada de La Rioja, con 24.531 habitantes) sin excepción tengan el virus en estos momentos.
Un accidente de autobús mensual o uno aéreo cada trimestre
La cara más agria de la pandemia es, sin duda, el saldo de vidas humanas que se ha cobrado hasta el momento. En el último año han muerto como consecuencia del coronavirus 725 personas en La Rioja, lo que equivaldría a que trece autobuses de ruta (de 55 plazas cada uno) con el pasaje completo sufrieran un accidente sin supervivientes. Cinco de esos autobuses llenos y otro a media capacidad transportarían exclusivamente a las 300 personas que han muerto en las residencias.
El saldo mortal de la pandemia equivaldría también a que cuatro Airbus (180 plazas) se estrellasen sobre suelo riojano con todo el pasaje completo.
Nueve campos de fútbol para acoger ingresos
Otro ejercicio de imaginación… Supongamos que tuviéramos que reunir a las 3.190 personas que han precisado de ingreso por COVID-19 en un hipotético hospital de campaña construido específicamente para hacer frente a la pandemia.
Pues bien, haría una superficie equivalente a siete campos de fútbol para repartir todas las camas para los enfermos. Y anexa a esa superficie, aún haría falta reservar otros dos campos de fútbol para construir una UCI con capacidad para 355 personas (las que han ingresado en Cuidados Intensivos en el último año).
Casi tantas PCR como riojanos
Un último dato que ayuda a comprender el alcance de la pandemia en este primer año de incidencia. Desde el inicio de la crisis (y teniendo en cuenta que en la primera ola el número de reactivos era más bien escaso), el Servicio Riojano de Salud ha practicado 303.716 pruebas PCR para identificar positivos por COVID-19. Dicha cifra equivale a prácticamente la totalidad (el 96,2 por ciento) de la población riojana.
