Ya llueve menos en el Hospital San Pedro. Tras varias semanas con una presión asistencial asfixiante, el hospital de referencia del Servicio Riojano de Salud (Seris) comienza a tomar aire y este mismo miércoles cerrará una de las plantas COVID gracias al descenso de ingresos.
Así lo ha anunciado el director adjunto a la Gerencia del Seris, Francisco Antón, quien ha valorado una “tendencia a la mejoría, que es muy notable en las plantas” respecto a la presión hospitalaria. Desde este miércoles, esa planta del centro dejará de atender pacientes COVID y podrá volver a asistir a enfermos afectados por otras patologías.
La situación en planta es la cara de la moneda. La cruz sigue siendo la UCI, donde “la mejoría es más lenta”. El doctor Antón ha detallado que los enfermos críticos por COVID-19 “pasan una media de 20 días ingresados y, aunque la supervivencia es superior a un 80 por ciento de los casos; luego pasan cerca de un mes en plantas habilitadas especialmente para proporcionar cuidados respiratorios intensos”.
También ha detallado algunas de las graves secuelas que padecen tras la enfermedad: “Salen con lesiones nerviosas, musculares y pulmonares importantes, muy limitados en sus capacidades para tareas como comer, caminar o asearse”.
