La Rioja

Logroño vivirá su cabalgata de Reyes Magos desde los balcones

Los Reyes Magos no faltarán a su cita anual con los niños de Logroño. Llegarán en dos aparatos del Batallón de Helicópteros de Maniobra III (BHELMA-III) alrededor de las diez horas del próximo 5 de enero. “Se ajustarán los horarios en función de la climatología”, ha explicado el portavoz del Ayuntamiento de la capital riojana, Kilian Cruz-Dunne, poniendo como ejemplo las nieblas matinales de estos días.

¿Dónde será el aterrizaje? “En un lugar secreto y mágico de nuestra ciudad”, ha respondido Cruz-Dunne, sin dar más pistas. En Agoncillo ya trabajan “arduamente” para poner en marcha el dispositivo y traer así a los Reyes Magos hasta Logroño. “Los ciudadanos podrán salir a los balcones y ventanas de sus casas con un pañuelo blanco”, ha detallado el portavoz, recordando que es “imposible” mantener un encuentro presencial en el campo de fútbol de Las Gaunas como en años anteriores.

“La pandemia también ha hecho que se tomen medidas excepcionales para vigilar la salud de sus majestades”, ha añadido. Por ello, los Reyes Magos realizarán una visita telemática al Hospital San Pedro para estar con los niños de la planta de Pediatría. “Los Reyes Magos son población de alto riesgo”, ha indicado el concejal, debido a su elevada edad. Posteriormente, el alcalde Pablo Hermoso de Mendoza les entregará una carta en nombre de la ciudad.

Los Reyes Magos recorrerán las calles de Logroño en un autobús descapotable (el itinerario también es secreto). Si la climatología no lo impide, la ‘cabalgata’ comenzará alrededor de las 10:45 horas y se prolongará hasta las tres de la tarde. “Recorrerán el número máximo de calles posibles para que desde las ventanas y balcones de los edificios se pueda saludar y lanzar besos a sus majestades”, ha señalado el edil.

Ante la imposibilidad de entregar las cartas en mano a los reyes, los pajes reales estarán presentes del 26 de diciembre al 4 de enero (salvo el día 1) en diferentes barrios de la ciudad entre las 12,30 y las 14 horas. “Nadie se quedará sin regalos”, ha concluido Cruz-Dunne.

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