El Rioja

Tarón saca al mercado sus vinos más especiales: Cepas Centenarias 2015

Bodegas Tarón presenta la nueva añada de uno de sus vinos más especiales, Tarón Cepas Centenarias 2015, fruto de un viñedo singular, reflejo de la sabiduría de unas cepas únicas y de varias generaciones de viticultores que conforman esta cooperativa de Rioja Alta, cuatro pueblos unidos con el fin de elaborar grandes vinos y dar valor a su tierra.

“Tarón Cepas Centenarias 2015 es todo un homenaje a los que nos precedieron en el cultivo de la vid en Territorio Tarón. A nuestros bisabuelos y abuelos, que ya se dedicaban a la viticultura y que nos han transmitido una manera de hacer las cosas, enseñanzas que queremos plasmar en nuestros vinos”, comenta Gonzalo Salazar de Gurendes, gerente de Bodegas Tarón.

La primera añada de Cepas Centenarias fue la cosecha de 2010. “Sabíamos que teníamos que hacer algo con estos viñedos tan especiales. Si no se les da valor, en Rioja muchos viticultores han acabado por arrancarlos y sustituirlos por viñedos jóvenes más productivos. Son las bodegas las que tenemos que darle la importancia que merecen estos viñedos. Cuesta trabajarlos, pues la maquinaria convencional no sirve para entrar por sus estrechas calles, tienen bajas producciones, etc. Pero el fruto que nos regalan es de una calidad sublime”.

Desde entonces se ha elaborado todos los años menos en 2017, año recordado por la fuerte helada que desoló muchas viñas de la zona en el mes de abril.

La añada 2015 fue excelente en Bodegas Tarón. Hubo buena climatología y un excepcional estado vegetativo y sanidad del viñedo. Ese año, en la zona de Rioja Alta, los viñedos de zonas frescas y con cargas justas de producción dieron vinos muy afrutados, con taninos muy elegantes y sedosos destacando su finura y buena estructura.

Viñedos centenarios

Los viñedos centenarios de los que procede este vino están situados en Cuzcurrita de Río Tirón, en el paraje de El Monte, en Rioja Alta. Son viñas plantadas en vaso a 600 m de altura que producen uva de una calidad excepcional. Una zona bien aireada de suelo arcilloso-calcáreo, con una producción de un racimo por pámpano de 4.000 kg/ha.

Sus cepas datan de 1915 y han aguantado todo tipo de vicisitudes, tanto climáticas como sociales, demostrando una adaptación perfecta al terreno y a la zona donde fueron plantadas, hasta el punto de que siguen produciendo uvas de una personalidad única y una calidad extraordinaria más de cien años después

La vendimia se realiza de manera manual en cajas de poca capacidad. Se llevan con cuidado a la bodega, donde en una mesa de selección se eliminan aquellos granos o partes de racimo que no dan el perfil para su elaboración. Sus uvas son seleccionadas especialmente para formar parte de Tarón Cepas Centenarias. Proceden de racimos pequeños, de grano suelto y poco peso. De esta manera, hay una mayor relación entre el hollejo y la pulpa obteniéndose un vino más concentrado.

En su elaboración se prioriza respetar al máximo el fruto. Se macera en frío los primeros días y durante la fermentación se realizan bazuqueos diarios. Al finalizar la fermentación alcohólica, el vino pasa a barricas de roble francés nuevas donde permanece 18 meses. Para la composición final se cata barrica a barrica. Cuando está listo, pasa a botella y descansa en botellero con temperatura y humedad controlada al menos 18 meses antes de su salida al mercado.

La enóloga, Laura Manzanos, comenta su nota de cata: “A la vista destaca su color cereza. Es limpio y brillante, de capa media. Muestra una nariz muy intensa de fruta roja madura, notas florales, de especias dulces y cremosas por su permanencia en barrica. Se aprecian sutiles ahumados y ligeros toques balsámicos y minerales. En boca es sabroso, potente, redondo, graso y fresco debido a su buena acidez. Tiene un final largo y elegante gracias a sus taninos finos y pulidos”.

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