Universidad de La Rioja

El copago farmacéutico reduce un 8% el consumo de antibióticos en La Rioja

Las medidas de copago farmacéutico han reducido en un ocho por ciento el consumo de antibióticos, mientras que las campañas de concienciación sobre el uso racional de estos medicamentos solo lo disminuyen en un cuatro por ciento; según un estudio de Paula Rojas y Fernando Antoñanzas, del Grupo de Economía de la Salud de la Universidad de La Rioja.

Este es uno de los resultados publicados en el artículo ‘Effects of economic and health policies on the consumption of antibiotics in a Spanish region’ publicado en la revista Expert Review of Pharmacoeconomics & Outcomes Research en el marco de la investigación doctoral de Paula Rojas, que dirige el catedrático de Economía Aplicada Fernando Antoñanzas.

La hipótesis de partida del estudio era comprobar si la modificación de las tasas de copago farmacéutico de 2012, y las distintas campañas de concienciación y uso racional del antibiótico tenían un efecto significativo en la dispensación de antibióticos; y, para ello, recabaron los datos oficiales entre 2009 y 2017.

Entre junio de 2012 y enero de 2013, la dispensación de antibióticos se redujo en un 8,52 por ciento en la serie de volumen (envases) y en un 8,61 por ciento en la serie de gasto (euros), lo que supuso un ahorro estimado de 21.145 envases y 138.400 euros. Que el efecto del copago sea similar en ambas series (en volumen y en gasto) confirma los resultados.

La reducción fue mayor en principios activos de mayor precio: la dispensación de levofloxacino y moxifloxacino (23 y 27 euros, respectivamente) se redujo en un 16 por ciento; mientras que la de azitromicina y claritromicina (de 6 a 15 euros por envase) se redujo en un 13 por ciento; y la de amoxicilina se redujo en un 9 por ciento, cuando el precio medio por envase es de 3 euros y representa el 46 por ciento de antibióticos prescrito.

Por su parte, solo dos de las cuatro campañas de concienciación lograron una reducción del consumo de antibióticos del 4 por ciento. En España estas campañas de salud se han realizado desde el año 2013, coincidiendo con el Día Europeo de Concienciación sobre los Antibióticos que se celebra en noviembre; y solo las de 2013 y 2016 tuvieron un efecto significativo en la reducción de la dispensación de antibióticos. Las campañas tuvieron un efecto mayor en población de renta baja y ningún efecto en la población de renta alta.

La importancia de las campañas

Finalmente, los autores señalan que las campañas de concienciación y uso racional pueden reducir el consumo de antibióticos evitando los inconvenientes del copago para los grupos de bajos ingresos.

Además, estiman que “el efecto del copago desaparece a lo largo del tiempo y no se puede implementar periódicamente, es decir aumentado continuamente la contribución de los pacientes; mientras que las campañas se pueden repetir y mejorar anualmente”, señala la investigadora Paula Rojas.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social entre 2018 y 2019 en España se redujo en un 5,44 por ciento la dispensación de antibióticos. No obstante, la tasa española sigue siendo una de las más altas de la Unión Europea.

Por lo tanto, advierte Paula Rojas, “esta reducción no refleja una merma en la salud de los pacientes” sino todo lo contrario “porque la batalla contra la aparición de resistencias bacterianas, que la OMS señaló en 2019 como una de las diez mayores amenazas para la salud pública, se puede ganar si eliminamos el consumo irracional e innecesario de antibióticos”.

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