Crisis del Coronavirus

Los ‘Días de Norte’ de Logroño se convierten en ‘La Tienduca’

Reinventarse o morir. Cristina y Deme lo han tenido muy claro. Las restricciones impuestas por la pandemia del COVID han llevado al cierre de la hostelería y, en su caso, han tenido que bajar la persiana del negocio que emprendieron ya hace dos años: la cafetería ‘Días de Norte’.

“El primer día que nos cerraron lo llevamos muy mal. La despedida de los clientes fue muy emotiva. Nos aplaudían y animaban, pero al llegar a casa te preguntas: y ahora, ¿qué? Hablas con el dueño del local, que también tiene una familia que mantener, intentas negociar y esperas con dudas que esto pase pronto, pero ves el panorama y te das cuenta de que va para largo”, explica Cristina.

‘Días de Norte’ abrió en la calle Doctores Castroviejo con la idea de aunar lo mejor de La Rioja y Cantabria, de donde es Deme. “¡Qué hay mejor que unas buenas alcachofas de la tierra o chipirones y anchoas de allá! Además de servir desayunos y raciones, pensamos que podíamos vender algunos de los productos que utilizamos para hacer nuestros platos”, así que dedicaron un rinconcito del local para la venta de los artículos.

Una idea que han ampliado ahora que la cafetería no puede abrirse. “Hemos ‘partido’ el establecimiento por la mitad, a nuestra manera, utilizando el mobiliario de la terraza. Hemos dejado la parte del fondo como almacén y la parte de la barra la hemos acondicionado para montar una tienda de barrio gourmet”. Negocio que va a llevar el nombre de ‘La Tienduca’, en homenaje a la forma de hablar de Deme.

Las noches sin dormir han servido para reinventar su negocio aprovechando que, desde un principio, Cristina y Deme sacaran la licencia de bar y tienda. “Queríamos vender algún producto que otro, así que, para cubrirnos las espaldas, solicitamos ambas licencias”.

El pequeño rincón de venta se ha convertido ahora en toda una tienda con productos selectos, de calidad y cuidados. “Todo lo estamos haciendo nosotros, desde las obras hasta los productos que vendemos. Además, estamos contactando con varias personas para poder vender sus artículos. Por ejemplo, hemos hablado con el panadero de Alberite para que nos traiga el pan, sin olvidarnos del que nosotros vamos a hornear aquí. Un pan más especial de maíz, centeno…”.

Por otra parte, a los bizcochos y dulces que ellos mismos cocinan hay que sumarle otros muy especiales de Huesca “que vamos a traer, y una chocolatera de Quel que nos van a dejar en depósito su chocolate para venderlo. Estos últimos días estamos sin parar buscando cosas. En nuestras estanterías los clientes van a poder encontrar desde conservas, salsas, espárragos, hasta pan, leche, cerveza… eso sí, todo producto selecto y gourmet”.

‘La Tienduca’ nace, más que de un sueño, de una necesidad. “No podemos quedarnos de brazos cruzados. Hay que intentar salir adelante. El local hay que seguir pagándolo, los ERTE de los trabajadores también, la seguridad social… Hay muchos gastos y además somos una familia de cuatro personas que necesita seguir viviendo”, explican.

Con la misma tipografía que ‘Días de Norte’, un tenedor “retorcido”, la nueva tienda seguirá también dando cafés para llevar. “Desde Salud nos han dicho que al tener cafetera propia podemos hacerlo, así que habrá gente que venga, se lleve su pan, su torrija casera y un cafecito caliente”.

¿Y qué pasa si ‘La Tienduca’ es un éxito? “Ojalá, pero nuestro negocio primitivo, el que quisimos montar con todas nuestra ilusión es la cafetería ‘Días de Norte’, así que en cuanto la hostelería pueda reabrir volveremos con esa actividad. Eso sí, seguiremos dedicando un espacio particular, como hasta ahora, para vender los productos más demandados”.

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