Muchos aficionados al fútbol se preguntaban desde hacía días qué pintaba un Logroñés – Alcorcón un lunes a las cuatro de la tarde. No sabían que LaLiga y Javier Tebas siempre tienen un plan para todo, que en esto del deporte profesional no se deja nada a la improvisación cuando la tele manda. El espectáculo elevado a su máxima potencia y la rentabilidad económica como principal objetivo. ¿Será para que vean el partido en China? No parecen ni riojanos ni madrileños tener mucho tirón en el mercado asiático.
En un día laborable en La Rioja, pero sin clase en los colegios, una cita en Las Gaunas cuyo objetivo se ha demostrado oculto hasta presenciar la primera media hora de partido. ¡Día de descanso en La Vuelta! “¿Cómo va a poder echarse la gente la siesta si no hay ciclistas en televisión? Pongamos un Logroñés – Alcorcón”. Después de las emociones fuertes vividas en Asturias la semana pasada (en el Carlos Tartiere para los del balompié y en el Angliru para los de las dos ruedas), tranquilidad en la capital riojana para bajar pulsaciones.
Ritmo lento. Imprecisiones en los pases. Pocas ocasiones. Protección máxima de ambos equipos en el arranque. Todo el fútbol se ha desarrollado lejos de las porterías de Santamaría y Jiménez, aunque el Logroñés ha ido poco a poco ganando metros al conjunto amarillo (más del sesenta por ciento de posesión). El primer tímido aviso lo han protagonizado Leo Ruiz y Olaetxea, aunque el centrocampista vasco no ha podido colocar con precisión el buen pase del ariete colombiano dentro del área. No había llegado todavía el minuto 30 de partido y lo intentaban las dos escuadras metidas en posiciones de descenso sin apenas peligro. Un tiro lejano de Sosa para los visitantes y un clamoroso fuera de juego de Olaetxea tras fenomenal pase de Andy anotados en la libreta.
Y en uno de esos pequeños sobresaltos de la siesta, cuando abres los ojos y no sabes muy bien dónde estás si te has quedado dormido en el sofá, han aparecido como un flechazo Leo Ruiz y Bogusz. El patrón del gol y el ángel rubio. Los dos fichajes que han llegado este verano para marcar la diferencia en Las Gaunas. Balón de Zelu a Leo Ruiz, este para el centrocampista polaco junto a la banda y desmarque por detrás de la defensa. Ataca el espacio el ariete y su compañero no se lo piensa. Asistencia a la espalda, mirada felina y zarpazo del tigre de Medellín para batir a Jiménez. Tercer tanto en liga. Garras afiladas. Hambre de gol. 1-0 en el marcador antes del descanso.
Tras la reanudación, el Alcorcón ha intentado la reacción. Pareado. Más poesía que fútbol por parte del colista, que no ha conseguido encontrar los espacios del Logroñés pese a adelantar un paso las líneas. De hecho, ha comenzado a dar más facilidades a los pupilos de Sergio Rodríguez en ataque. Partido controlado por parte de los locales, que han jugado con el tiempo a su favor. El paso de los minutos. La desesperación alfarera por querer y no poder ante un rival directo en esta fase del campeonato.
Y como a perro flaco todo son pulgas, una entrada mal medida de Gorostidi ha dejado al Alcorcón con un hombre menos con media hora todavía por delante. Ni ha protestado el ex de la Real Sociedad, que ha llegado tarde al intentar robarle el esférico a Rubén y le ha dejado los tacos clavados a la altura del muslo. Roja directa y posterior cambio en el Logroñés. Sergio Rodríguez ha dado entonces entrada a Roni, sacando a Bogusz del maltrecho terreno de juego. Ha entrado entonces el choque en un momento de indefinición. El Logroñés ha comenzado a jugar con fuego y ha dado alas a la escuadra madrileña, aunque esta apenas ha conseguido materializar con peligro sus acciones.
Siguiendo la tónica del resto del encuentro, más ganas que posibilidades en los pies del Alcorcón. Y en el equipo blanquirrojo, una falta de pegada en los últimos metros que le ha costado más de un susto antes de que el colegiado pitara el final. Sin embargo, ni unos ni otros han conseguido volver a inquietar a los guardemetas y poco a sus respectivas zagas. Mucho lirili y poco lerele. Duelo de necesidades que el Logroñés se lleva gracias a un zarpazo del tigre de Medellín para sumar su segunda victoria consecutiva y la sexta derrota seguida del Alcorcón. Seis puntos de seis para entrar en noviembre por la puerta grande. ¿Adaptación finalizada? Ni mucho menos. Pese a todavía no ser un cisne, el conjunto riojano ha vuelto a demostrar que ya no es el patito feo.
