Gastronomía

La calle Laurel pierde uno de sus estandartes: adiós al restaurante Iruña

Último día de puertas abiertas para la hostelería. A partir de este viernes, las persianas de los restaurantes y los bares de Logroño y Arnedo permanecerán bajadas durante un mes. La situación ha trastocado el devenir de más de un hostelero en la región y ha planteado en muchos casos el cierre definitivo.

Es el caso de Carlos Martínez, propietario del restaurante Iruña en la calle Laurel, quien ha decidido decir adiós. Ya por el mes de mayo, en plena desescalada, Martínez advertía a NueveCuatroUno “un futuro muy turbio para la hostelería si los arrendatarios de los locales y las administraciones no ponían de su parte”. Por esas fechas ya rondaba por su cabeza el cierre definitivo de su negocio para “empezar de nuevo en otro país”.

Después de hacer muchas cuentas y no ver esperanza por ningún lado, después de 13 años al frente del Iruña junto a su mujer, traspasa el restaurante no sin antes prevenir del próximo cierre de muchos otros compañeros. Carlos Martínez comienza una nueva aventura en Portugal.

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