Con motivo del Día Nacional del Daño Cerebral, que se celebra este lunes, la Asociación Riojana de Daño Cerebral Adquirido (Ardacea) ha denunciado que los miles de personas que sufren este tipo de patologías “siguen teniendo unas condiciones de vida muy difíciles”, en la mayor parte de los casos, “insostenibles”.
Ardacea -que celebra su décimo aniversario- reclama a las instituciones que “se ponga el mismo empeño en cuidar a estas personas y rehabilitarlas, tanto social, laboral, familiar, etc…. como se hace con otros colectivos también necesitados”.
La asociación critica el “desmantelamiento” de la Unidad de Neurorrehabilitación del Hospital San Pedro, inaugurada hace dos años, que permitía la atención desde la fase aguda a las personas que habían sufrido una lesión cerebral”. “Ha sido divida entre el Hospital San Pedro, para atender a pacientes hospitalizados con solo dos fisioterapeutas, uno o dos logopedas, uno o dos terapeutas ocupacionales y un médico rehabilitador presente en el hospital tres días a la semana; y otra parte del equipo en el Hospital Provincial para el tratamiento ambulatorio con tres fisioterapeutas, un terapeuta ocupacional, un logopeda y médico rehabilitador tres días a la semana”.
Esta división del servicio “empeora la calidad en la atención tanto para los pacientes hospitalizados, que no podrán recibir tratamiento fuera de su habitación por no existir los espacios, como para aquellos que deben acudir al Hospital Provincial a unas instalaciones más pequeñas, con una disposición poco funcional, con una sala de espera muy reducida y sin ventilación”.
Efectos del COVID-19
Ardacea también lamenta que la ubicación en la primera planta supone un obstáculo para pacientes con problemas de movilidad, “obligándoles en estos momentos marcados por el COVID-19 al uso del ascensor”. “La falta de un aparcamiento en las inmediaciones es otra barrera más a la que tienen que enfrentarse para acceder a este servicio”, añade.
Todos estos cambios suponen una fragmentación del equipo de intervención, que “deja patente la falta de recursos materiales y humanos repartidos ahora en dos espacios separados de un extremo a otro de la ciudad de Logroño y limitando la comunicación y la coordinación fundamental para una atención integral y de calidad que permita la recuperación de las personas que han sufrido un daño cerebral”.
La organización, que cuenta con 250 socios afectados y familiares, plantea a la Administración algunas consideraciones que considera “fundamentales”:
– Que se desarrolle e impulse una Estrategia de Atención al Daño Cerebral en La Rioja que garantice la máxima calidad de vida posible a cada persona con Daño Cerebral.
– Que se cree la categoría diagnóstica ‘Daño Cerebral’, aplicable en el momento del alta hospitalaria. Esta categoría debe contribuir a fijar necesidades y criterios de atención para continuar de manera óptima el proceso de rehabilitación funcional.
– Que se elabore un censo de personas con Daño Cerebral para así dimensionar los recursos necesarios para garantizar la calidad de vida e inclusión social de este colectivo.
– Que se incluya a la familia como parte beneficiaria del proceso de atención, y no sólo como parte colaboradora; con el objetivo de que ésta también reciba la información, formación y apoyo psicológico que se precisa durante todo el proceso.
– Que en los planes de atención sociales y sanitarios se contemplen las necesidades específicas de las personas con Daño Cerebral con mayor vulnerabilidad, como son las personas con daño cerebral severo, los menores con Daño Cerebral y las personas con alteraciones graves de la conducta; así como de sus familias.
