La Rioja vuelve a batir récords estas últimas jornadas. Se despide así de la que es la semana en la que más contagios se han registrado desde el inicio de la pandemia, un total de 833 casos (1.436 en los últimos 14 días), según la última actualización publicada por el Ministerio de Sanidad el pasado viernes.
Semana difícil en la comunidad, donde la curva no remite y sigue en ascenso, a pesar de la leve estabilización de este domingo respecto a la jornada anterior con once casos menos (1.192). La capital acapara todas las miradas ante un posible confinamiento, pero no todos los factores se ponen de acuerdo.
El último balance de la Consejería de Salud publicado este viernes situaba a Logroño en una Incidencia Acumulada de 457 positivos en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, pero este domingo el Gobierno regional avanzaba que la ciudad ya supera los 500, límite fijado por Sanidad para establecer un confinamiento.
Asimismo, la tasa de positividad también ha variado. De situarse en el 22,5 por ciento este viernes ha descendido hasta el 7,9 por ciento a fecha de este domingo. El motivo: la cantidad de pruebas realizadas durante el fin de semana como parte del cribado masivo. En este sentido, la región ya está más cerca del límite fijado por la OMS (5 por ciento) para hablar de “pandemia controlada”.
Pero son datos aislados y para tomar decisiones más restrictivas se han de valorar todos ellos en su conjunto. El otro eslabón que influye a la hora de confinar una ciudad es el porcentaje de camas de la Unidad de Cuidados Intensivos que se encuentran ocupadas por COVID, cifra que en dos días ha subido dos puntos hasta situarse en el 35 por ciento, frontera establecida por el Ministerio.
Desde este jueves, Logroño ha superado la barrera de los 500 casos activos y este domingo ya se sitúa a tan solo siete de alcanzar los 600. Los datos hablan por sí solos.
