La Rioja

Pasado, presente y futuro de la tradición alfarera en La Rioja

La directora general de Cultura, Ana Zabalegui, ha inaugurado esta semana la exposición ‘Terra Sigillata. Pasado, presente y futuro cerámico’ en el Museo de La Rioja y en compañía de la alcaldesa de Navarrete, Marisa Corzana, y de la concejala de Cultura del municipio, Emilia Fernández.

La muestra recorre y pone de relieve la tradición alfarera romana en La Rioja, a través de enclaves de referencia en la historia cerámica como Tricio, Navarrete o el propio Museo logroñés. Las dos administraciones colaboran una vez más en la producción de la exposición, que se estrenó con gran éxito el pasado mes de julio en la feria NACE de Navarrete y ahora permanecerá en el Museo de La Rioja hasta el próximo día 13 de diciembre.

“Una vez más, celebramos el haber podido llevar a término un evento cultural como este, que estará rodeado además de todas las medidas sanitarias para garantizar la seguridad del visitante, y de nuevo lo logramos a través del trabajo conjunto entre dos administraciones”, explicaba Zabalegui durante la presentación.

En esta muestra “se habla intensamente de La Rioja y sus raíces vinculadas estrechamente a la cerámica y la alfarería, a través de la exhibición de diferentes piezas de la época romana, realizadas con la técnica de la ‘terra sigillata’, y una interesante explicación de cómo algunas de esas técnicas del Imperio Romano siguen vigentes en nuestros días”.

También se incluyen las piezas procedentes de expolios realizados en el yacimiento arqueológico de Tricio hace 25 años, y que fueron recuperadas por la Guardia Civil y la labor conjunta del Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Navarrete, así como otras piezas de ‘terra sigillata’ contemporáneas, realizadas por Avelino Carrasco, y producciones de los alfareros de Navarrete etnográficas sobre el oficio y técnicas actualizadas heredadas de las técnicas romanas.

La exposición alberga entre su variada colección una parte importante dedicada a la cerámica donde se integran piezas de época romana, ya que estos llegaron al Valle del Ebro a lo largo del siglo II a.C. y su presencia en la zona fue muy significativa para el desarrollo de la historia riojana.

Esta parte de la colección contiene piezas relacionadas con el estilo de vida romano, vestigios de piezas arquitectónicas y diferentes bienes de consumo de diversos usos y estilos decorativos, entre los que destacan productos singulares y característicos de ‘terra sigillata’, procedentes de varios centros productores, como Tritium Magallum.

El trabajo de comisariado de la muestra ha sido realizado por la doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, Pilar Sáenz Preciado, experta en Gestión Documental en Museos, investigadora agregada del IER, arqueóloga y profesora muy vinculada al ámbito museístico de La Rioja. Asimismo, además de la producción a cargo del Gobierno de La Rioja y Ayuntamiento de Navarrete, la muestra ha contado con la colaboración del Museo Najerillense y Alfareros de Navarrete.

Qué es ‘Terra Sigillata’

Terra Sigillata es una expresión latina que significa “Tierra (o cerámica) sellada”. Esta expresión hace referencia a un tipo de cerámica que se marca utilizando una estampilla, que contiene un motivo decorativo o el nombre del alfarero, y que tiene un color rojo brillante que la caracteriza. En época romana fueron numerosos los alfares en La Rioja, que se solían situar cerca de los márgenes de los ríos.

La mayor área productora de Terra Sigillata se encontraba en el Valle del Najerilla. Este gran complejo alfarero se conocía como Tritium Magallum, cuya traducción es “Tricio la grande”, se encontraba en la actual ubicación de la localidad de Tricio (La Rioja) y fue uno de los mayores productores de vajilla que abasteció las mesas de todo el Imperio.

Estuvo en funcionamiento entre el siglo I y el siglo V d.C. La industria alfarera romana se instaló en esta zona y adquirió enorme relevancia por varios motivos. El primero fue por la disponibilidad de recursos y materias de alta calidad, así como por la existencia de una tradición alfarera indígena en la zona con artesanos que adoptaron las nuevas técnicas alfareras romanas.

La situación estratégica de Tritium en la vía del Ebro que unía Tarraco, la capital provincial, con zonas mineras del noroeste de la península, y su proximidad al río Ebro y a Varea, que en aquella época albergaba el puerto navegable mediante el que se comercializaban las cerámicas de forma rápida y segura, también fueron trascendentales.

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