Los vecinos de La Estrella están hartos del ‘museo al aire libre’ en el que han convertido sus calles los grafiteros. “Tenemos el vecindario lleno de pintadas incívicas, qué poco respeto a la propiedad ajena”, recalca uno de ellos, que pone el asunto en conocimiento del Sereno.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de este vecino ha sido el comprobar cómo al vehículo empresarial de un conocido lo han transformado mediante el ‘arte urbano’.
“Los grafiteros seguro que se sienten orgullosos de sus pintadas, pero ahora ¿quién arregla esto? El camión lo lleva un vecino que trabaja para esta empresa, ¿qué vamos a hacer hora, montamos guardia los vecinos para que esto no siga así?”, exclama.
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