Todavía sigue en nuestra memoria, como si hubiera sido ayer, la imagen del colapso de hospitales, el total confinamiento en nuestras casas, noticias de fallecimientos diarios que aumentaban a una velocidad de vértigo… El coronavirus había paralizado al mundo al completo. Hubo que hacer frente con todos los medios posibles y los expertos decían: “Esto no acaba aquí. En otoño, una segunda ola sacudirá el país”. Bien, pues no hemos tenido que esperar a que las hojas caigan de los árboles para volver a la pesadilla.
El avance de esa denominada ‘segunda ola’ se ha presentado con el calor del verano, -aunque muchos decían que las altas temperaturas “asustaban” al virus-, las vacaciones y las ‘no fiestas’ de algunas localidades. Así como en marzo La Rioja fue una de las comunidades más tempranas y castigadas por el COVID, esta vez ha tardado más en asentarse en la región pero en los últimas semanas lo ha hecho con fuerza.
Por hacer una comparativa, a mediados de julio, más concretamente el día 13, La Rioja registraba 4.102 casos de coronavirus. A día de hoy, las cifras se sitúan en los 6.037.
Pero quizá, uno de los datos que más aclare el escenario actual es la denominada Incidencia Acumulada (IA), es decir, los casos por cada cien mil habitantes registrados en un periodo de tiempo determinado. Y aquí, por desgracia, La Rioja vuelve a sobresalir entre todas las comunidades junto con Madrid: 208,97 y 211,38 respectivamente en los últimos siete días. Por detrás, Navarra y País Vasco con una sustancial diferencia.
¿Y por qué estas cifras en nuestra región? Según palabras de la consejera de Salud, Sara Alba, “la situación de Alfaro ha disparado los datos globales” pese a la organización de un dispositivo sin precedentes para la detección precoz de casos positivos. Además, la consejera ha hecho hincapié en la idea de que la movilidad entre comunidades ha ayudado al aumento de casos ya que “Aragón, País Vasco y Navarra comenzaron antes con esta segunda ola”. Para Alba, el objetivo más inmediato es “frenar, estabilizar y disminuir los casos”.
Situación hospitalaria
En cuanto a las personas hospitalizadas, los ingresados a mediados de julio habían alcanzado los 1.492, mientras que los últimos datos en los hospitales reflejan un aumento de más de cien personas: ya son 1.593. Un total de 33 nuevos casos de ingreso en la última semana y tres de ellos en la UCI. Precisamente, por esta unidad de cuidados intensivos habían pasado a fecha de 13 de julio 91 personas y ahora ya suman cien.
Defunciones
En el caso de los fallecimientos, La Rioja acumula un total de 374 desde el inicio de la pandemia (214 en residencias). De julio a esta primera semana de septiembre se han contabilizado ocho nuevas defunciones, cinco en los últimos siete días y tres de ellos en residencias.
Así, los centros sociosanitarios se están volviendo a convertir en uno de los epicentros más perjudicados por los casos activos de COVID. Actualmente, ya son 69 los ancianos positivos en cinco residencias de la comunidad. En esta última jornada se ha sumado un nuevo al total de espacios afectados, quedando 27 residencias libres del virus en La Rioja.
La inesperada segunda ola ha cogido carrerilla y se ha asentado antes de lo previsto. El miedo se concentra ahora en la temida vuelta al cole. Los centros preparan un regreso seguro, con todas las medidas necesarias para que, dentro de lo posible, el virus se contenga y no haya que volver al cierre vivido en marzo.
