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El BM Logroño vuelve a los entrenamientos en una temporada con demasiados interrogantes

Foto: BM Logroño

El BM Logroño volvió el pasado miércoles a los entrenamientos, tras haber pasado más de diez días en cuarentena. El bloque franjivino disputó su único amistoso ante el BM Sinfín. Pocos días después, el club cántabro notificó un positivo por COVID-19 (que luego resultaría ser falso positivo). Debido a ello, tanto los santanderinos como los riojanos debieron confinarse en sus domicilios. Después de casi diez días aislados, los pupilos de Miguel Ángel Velasco volvieron al trabajo tras obtener resultados negativos en sus pruebas PCR.

Aunque parezca surrealista, el debut en liga será también frente al Sinfín en Santander y está a la vuelta de la esquina (2 de septiembre, 20:30 horas). Todo ello, después de este parón que hace llegar a los logroñeses en desigualdad de condiciones con respecto a sus rivales. Y el calendario no da tregua, puesto que el Nava (9 de septiembre) y el Barcelona (12 de septiembre) visitarán el Palacio. Si el pilar fundamental de una competición debe ser la igualdad de condiciones, parece evidente que Logroño y Sinfín tienen motivos muy profundos para exponer su descontento.

Todo ello, en medio del conflicto entre la Federación Española de Balonmano y la Liga ASOBAL. El BM Logroño decidió salirse de la ASOBAL debido a desavenencias con el proceder de su presidente Adolfo Aragonés; quien presentó además la dimisión recientemente. Así las cosas, la competición podría arrancar sin un protocolo de seguridad ni la obligatoriedad de pruebas PCR. En un contexto de rebrotes generalizados a nivel nacional, la incertidumbre ha provocado reacciones muy claras por parte de jugadores y técnicos.

Todos ellos piden un protocolo unificado, burbujas, un calendario alternativo y la reducción del número de jornadas. De hecho, el propio BM Logroño expresó sus sensaciones en un comunicado, difundido el pasado 19 de agosto.

Centrarse en la pista

En medio de todo este lío, Miguel Ángel Velasco seguirá al frente de un bloque compuesto por los siguientes jugadores: Jorge Pérez (1), Miguel Sánchez-Migallón (2), Délcio Pina (3), Mario Dorado (4), Erik Balenziaga (6), Agustín Casado (8), Antonio Serradilla (13), Ernesto Goñi (15), Rangel Juan (16), Domen Sikosek (18), Gabriel Ceretta (19), Tomás Moreira (20), Oswaldo Maestro (23), Eduardo Ortiz (26), Eduardo Cadarso (33), David Cadarso (34), Hackbarth (77) y Javier Romeo (90).

Un bloque que volverá a apostar nuevamente por captar jugadores jóvenes y con proyección. Una vez que el mercado veraniego ha acabado con piezas clave como Sergey Hernández, Imanol Garciandia, Lazar Kukic, Patrik Ligetvari, Gianluca Dapiran, cuarto máximo goleador de ASOBAL; Tomislav Kusan y Junior Scott fuera del club, la tarea es volver a construirse. Una rémora en la que los franjivinos se implican año a año, casi siempre con buen resultado. En esta ocasión, tendrán menos desgaste en liga y podrán centrarse al máximo; ya que renunciaron a participar en competiciones europeas, con el fin de asegurar la viabilidad del club.

El coronavirus marcará el presente y el futuro del BM Logroño, en una temporada donde su gerente Jaime González, dejó claro que no había tiempo para hacer pronósticos. A contrarreloj y tras un verano intranquilo, la misión de los deportistas es volver a una cierta ‘normalidad competitiva’ y pasear la imagen de la ciudad por toda España. A la espera de que la pandemia remita, nada es definitivo.

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