Una de las virtudes del sistema sanitario riojano es su celeridad y eficacia a la hora de rastrear los pocos casos que van saliendo en los municipios riojanos.
Hace unos días la consejería de Salud explicaba que se habían identificado y controlado en la comunidad un total de 35 cadenas de transmisión de COVID-19 en La Rioja desde que entró en juego el papel de los rastreadores. Eso es lo que está propiciando que La Rioja, junto a Asturias, sea la única comunidad que aún no cuenta con rebrotes: una labor intensa y un buen número de test entre todos los allegados al positivo.
En situación de pandemia, esto está sucediendo con cada caso que se confirma desde el sistema sanitario riojano. Así, este viernes en Calahorra se está vigilante ya que, según ha podido saber NueveCuatroUno, se están realizando test entre familiares, amigos y personas que han coincidido con una mujer cuyo positivo ha sido confirmado en la ciudad.
