En la cuarta edición del Concurso a la Calidad del mejor Aceite de La Rioja, la sociedad Karey Agrícola ha sido una de las protagonistas, con dos premios en las categorías de ‘Frutado verde’ y aceite ‘Ecológico’.
Bajo la marca Karey, la sociedad comercializa aceite de oliva virgen extra ecológico cien por cien arbequina. Una iniciativa cuyo objetivo principal es respetar el medio ambiente y conservar la fertilidad de la tierra mediante la utilización óptima de los recursos naturales y sin el empleo de productos químicos.
José Manuel Medina, responsable de Karey Agrícola, reconoce que este premio es un incentivo más para seguir trabajando prestándole, siempre, el máximo cariño al campo, intentando mejorar año tras año.
– ¿Cuál es la característica fundamental que hace diferente a su aceite?
Nuestra marca de diferenciación hoy por hoy es el trabajo y el conseguir que la aceituna salga lo más sana posible, esforzándonos para mantener una agricultura ecológica. Además, la colaboración con la almazara es un lujo. Son muy buenos profesionales y le ponen mucho cariño al trabajo mecánico que realizan. Tenemos total confianza en ellos y en la gente que tenemos en el campo, que es realmente la que nos hace la labor.
Foto: Karey Agrícola
– Ya sabemos que el vino de Rioja es el mejor, pero, ¿qué hay del aceite riojano?
Nosotros hace cuatro años nos llevamos un premio nacional en una feria agrícola en Ciudad Real y todo el mundo nos decía que el aceite que habían probado de La Rioja les llamaba mucho la atención por su calidad. El único problema que tenemos es que, comparativamente con otros lugares de España, las hectáreas plantadas de aceituna son mucho más pequeñas. Pero si seguimos con la ilusión y el apoyo de las instituciones oficiales, creceremos en cantidad y calidad.
– ¿Es un sector con futuro?
Tenemos muchas ganas puestas en él y, sobre todo, en la agricultura ecológica, que creemos que es una tendencia a nivel internacional. La pena es que en España la cultura de consumo de productos ecológicos no la tenemos todavía muy asimilada, pero con el paso del tiempo lo iremos consiguiendo.
– ¿Cómo les ha afectado la crisis del COVID-19?
Todo en esta vida tiene una íntima relación con la economía. Si no hay capacidad de ingreso hay poca capacidad de inversión y esperamos que cuando pase todo esto podamos crecer en número de olivos plantados. La pandemia, comercialmente, claro que se ha notado, pero a nivel agrícola y profesional no, porque la agricultura no entiende de enfermedades ni de problemas sociales. Nosotros hemos seguido trabajando en el campo en los momentos en los que el olivo ha necesitado atención.
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