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UD Logroñés: 108 días desde la visita del Amorebieta hasta Puerto Banús

FOTO: Eduardo del Campo

108 días han pasado ya desde el último partido de la UD Logroñés. Ocurrió el pasado 8 de marzo y concluyó con un empate frente al Amorebieta en Las Gaunas (1-1). Fue un día soleado, con una grada llena de ilusión y un equipo disparado hacia el ascenso. Sin embargo, justo cuando el bloque blanquirrojo caminaba con parsimonia hacia un desenlace histórico, el coronavirus dio un tremendo puñetazo sobre la mesa. Llegaron meses muy difíciles donde la vida humana, la falta de actividad económica y el confinamiento convirtieron al fútbol en algo muy poco importante.

Como proclama la ley de Murphy, todo se torció demasiado rápido y las peores pesadillas se convirtieron en realidad. Han tenido que pasar tres meses y medio para que el sol asome y deje atrás la oscuridad. Al menos, en cuanto al aspecto deportivo. La hinchada ya ha marcado en rojo dos fechas. 25 de junio, 20:00 horas: sorteo del playoff exprés. 18-19 de julio: La Rosaleda acogerá el encuentro más importante de la historia del club. El premio: un ascenso a Segunda en 90 minutos.

Eso sí, el túnel fue demasiado largo y doloroso. El 14 de marzo, Pedro Sánchez declaró el estado de alarma, confinando a todos los españoles de manera indefinida. El 23 del mismo mes, la Liga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunciaron la suspensión de todo el fútbol en España. Los colapsos hospitalarios, la elevada cifra de fallecidos y la paralización total de todos los sectores no esenciales llenaron de lágrimas, desesperación e incertidumbre los hogares riojanos. Obviamente, el deporte rey seguía sin tener demasiado espacio en nuestras vidas.

Una vez superado el pico de contagios, la cuestión fue desenterrándose en el mes de abril. La primera opción era terminar la temporada con normalidad en Segunda División B. Una vez el virus dejó claro que había venido para quedarse, se descartó. Restaban dos opciones: dar por nula la temporada o decidir los ascensos de forma exprés bien adentrado el verano. Tras días deshojando la margarita, Luis Rubiales anunció el pasado 6 de mayo la disputa de un playoff exprés.

El formato de estas eliminatorias sería el siguiente: a partido único, en campo neutral y a puerta cerrada. Tras un primer intento con el Pinatar Arena (Murcia), el 11 de junio se despejaron casi todas las incógnitas: Andalucía se anunció como sede definitiva, el sorteo se programó para el 25 de junio en Puerto Banús y la UD Logroñés jugaría la ronda de campeones el 18 o 19 de julio ante uno de los siguientes rivales: el Cartagena, el Castellón o el Atlético Baleares.

Al haber conseguido el campeonato del Grupo II, el conjunto de Sergio Rodríguez cuenta con una segunda oportunidad en caso de perder la primera ronda. Los logroñeses pasarían a la repesca, debiendo pasar dos rondas más (23 y 26 de julio) para convertirse en equipo de plata. El todo o nada a orillas del Mediterráneo y en plena canícula. Cosas de esta ‘nueva realidad’.

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