A falta de seis semanas para la cita, la Real Federación Española de Fútbol ya tiene esbozado cómo se organizará la batalla por el ascenso a Segunda División B. De hecho, ya ha trasladado a los clubes un documento (sujeto a modificaciones) en el que les presenta un plan por el cual la Unión Deportiva Logroñés podría dar el salto a Segunda en el estadio de La Rosaleda.
Porque, tal y como avanza iusport, el feudo del Málaga Club de Fútbol es el escenario elegido para la disputa de las dos eliminatorias de campeones que saldrán del sorteo del próximo 25 de junio, que se disputarán el 18 y el 19 de julio. Así, la RFEF destina las otras sedes (el estadio Ciudad de Málaga, el Nuevo Mirador de Algeciras, el estadio Municipal de Marbella y el Centro Deportivo Marbella Fútbol Center) a la disputa de los cuartos, las semifinales y la final del playoff exprés.
El protocolo federativo, eso sí, da al traste con las aspiraciones de los aficionados de disfrutar ‘in situ’ del ascenso, ya que prevé que todos los partidos se disputen a puerta cerrada. Asimismo, los clubes no podrán ejercitarse en La Rosaleda, sino que los entrenamientos se desarrollarán en los campos del Marbella Fútbol Center, ‘cuartel general’ de la competición.
Las fechas y los test
En el caso de no superar la eliminatoria de campeones, la Unión Deportiva Logroñés conocerá a su rival en semifinales en el sorteo que se celebrará el 20 de julio, para disputar el partido tres días después. De superarlas, los blanquirrojos entrarían en el bombo del último sorteo, que tendrá lugar el día 24 para disputar dos días después la última eliminatoria en el camino a Segunda.
El protocolo de la RFEF también desarrolla las medidas de seguridad a las que tendrán que someterse las expediciones de los clubes participantes. Así, el día previo al primer partido oficial, los jugadores y el cuerpo técnico se someterán a un segundo test serológico para garantizar que están libres de COVID-19. Asimismo, el documento recalca que un médico de la RFEF velará por el cumplimiento de los protocolos sanitarios tanto en cada una de las sedes de la competición.
Y otra mala noticia para los intereses blanquirrojos: la Federación establece que los jugadores que arrastren alguna sanción disciplinaria (como Jon Errasti, que debe cumplir ciclo de amonestaciones) deberán cumplirla en el playoff, si bien el resto de jugadores partirá con el contador de tarjetas amarillas ‘a cero’.
