Esta primavera se está caracterizando por una intensa actividad tormentosa en prácticamente todo el país. El pasado martes, lluvia, viento y pedrisco volvieron a protagonizar la tarde en varias localidades de La Rioja Alta, Álava y norte de Navarra.
Este fenómeno atmosférico ha caído sobre algunas de las principales zonas productoras de uva de vino en Álava (Elciego, Labastida, Navaridas, Villalba de Álava) y La Rioja (Briñas, San Vicente de la Sonsierra, Villalba de Rioja), estimándose que, en total, se habrán visto afectadas unas 3.000 ha de este cultivo.
Pero también el cereal ha sufrido las consecuencias de este episodio tormentoso, con una estimación de otras 3.000 ha dañadas en las comarcas Cantábrica y Alpina de Navarra. Entre ambas producciones, las indemnizaciones podrían alcanzar los 3,5 millones de euros.
Durante el mes de mayo, estas mismas zonas se vieron afectadas por intensas tormentas acompañadas de pedrisco. En aquella ocasión se vio afectada fundamentalmente la uva de vino, si bien también se registraron daños en cultivos herbáceos y algunas hortalizas.
En un momento como el actual, en el que las tormentas acompañadas de pedrisco están siendo reiteradas, conviene recordar que los daños ocasionados por estos fenómenos atmosféricos están cubiertos a través de sistema de seguros agrarios combinados.
Actualmente, los peritos ya están realizando las primeras visitas a las parcelas afectadas, por lo que, de cara a la planificación de las tasaciones, es importante que los agricultores remitan los partes de siniestro tan pronto como constaten los daños en sus parcelas.
