Lo vivido este mes de mayo ha supuesto un experimento social sin precedentes. Por si quedaba alguna duda, el ser humano necesita, al igual que la mayoría de especies, aire libre y movimiento. Así, en los últimos días, una nube de personas ha abarrotado los parques de todo el país de una forma nunca antes vista.
Gente con semblante desorientado, con la impresión de hallarse en un paraje extraño en su propio municipio, pero en apariencia contentos de haber encontrado esos lugares anteriormente desconocidos para ellos, puesto que al día siguientes les veías de nuevo e incluso presenciabas en directo algún que otro ‘espectáculo natural’. Al tiempo que las aves alzaban su vuelo, les imitaban desde la tierra algunos valientes de entre los ‘nuevos pobladores’ del Parque del Ebro, Mazo o Cidacos haciendo saltar sus rodillas al aire por primera vez.
No sabemos dónde llegarán cada una de esas historias individuales, pero Cata Peluffo (Campo Activo), Nayat Martínez (Propósito Saludable) y David Mateo (Chiruca), que llevaron recientemente la ‘L’ de corredores en la espalda, están en disposición de contarnos la suya.
David Mateo.
Tal como ocurre ahora, el exceso de horas muertas le picó a David para iniciarse en la carrera el pasado verano por las calles de su Entrena natal. Los inicios nunca son sencillos y el ambiente tórrido, en plena ‘chicharra’, le hizo las cosas aún más difíciles.
Sin embargo, sobreponerse a esas incomodidades le hizo aflorar una sensación de bienestar y cumplir consigo mismo. “Satisfacción y alegría por dentro”, resume Nayat sobre sus inicios. Cata señala la unión casi mística con la naturaleza riojana que le produjeron sus primeras zancadas. Y es que ella es una recién llegada a nuestra comunidad y correr le ha provocado una unión pasional con nuestra tierra. “Mi primer amor aquí fueron vuestros bosques y montañas. Tenía dudas si quedarme en La Rioja y el paisaje decisivamente me convenció”, asegura.
Cata Peluffo.
Pero el camino no podía ser perfecto. Este trío de iniciados no pudo esquivar los errores de novato, que les llevaron a sufrir lesiones de diversa índole en los primeros meses -por suerte, de carácter leve- y refieren que uno de los aspectos que más les cuesta controlar es el rítmo. La competitiva Nayat se desafora al escuchar el pistoletazo de salida y David, estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de La Rioja, peca de ser demasiado eficiente en su gestión de energía, llegando demasiado ‘entero’ a meta.
Están descubriendo que esta actividad es simple pero compleja a la vez, así que han decidido ponerse bajo el manto de tres atletas con experiencia nacional (Roberto Briones, Susana Arrúa y Félix Cristóbal) capaces de hacerles escuchar las señales que su cuerpo les ofrece. Ya saben, la potencia sin control no sirve de nada.
Superado el bache inicial y ya con buenos maestros, todo han sido buenas noticias. Y a este respecto David relata que “cada día es la historia de proponerme un entrenamiento, lucharlo, conseguirlo y sentirme mejor después”. Y Cata ha encontrado en este ejercicio su cable para recargarse. “A nivel psíquico sirve para alejar lemas adversos que nos sobrevuelan. El ‘yo no puedo’, el ‘yo no soy capaz’”.
Nayat Martínez.
Lo han conseguido, ya son parte de pleno derecho de la comunidad “runner” a la que antes miraban por curiosidad. “Soy de Pradejón y en las localidades pequeñas estas cosas chocan más porque mis amigas me ven pasar todos los días bajo su balcón. Les llama la atención verme y mi cambio de hábitos”, cuenta Nayat.
Ahora no se conforman con mantenerse a flote. No han hecho locuras en su primer año en que aconsejan “disfrutar y no matarse” y llega el tiempo de marcarse nuevos retos, de buscar sus verdaderos límites. David y Nayat quieren encontrarlos en los 10km de Laredo, a disputar en octubre y considerada la prueba más rápida del país, al tiempo que Cata seguirá entretenida en el rico calendario de pruebas que ofrece La Rioja. Si consigue participar en todas, el título de Guía turística lo tiene encargado en la imprenta.
Dos maneras de entender el deporte que invitan a ese nuevo habitante de los parques que tal vez seas tú, pero una opinión al unísono: “Nos ha cambiado la vida”.
