Los abajo firmantes a título personal, aunque creyendo recoger el sentir generalizado del conjunto de personas que trabajan en la sanidad de La Rioja, quieren dar las gracias a la sociedad riojana.
Decía Tácito que los hombres prefieren devolver un agravio a un favor, porque la gratitud es una carga y la venganza un placer. Nosotros no creemos que sea así. Es más, ahora que la batalla se ha inclinado claramente a favor del ser humano y nos sumimos en la afabilidad que transmite el regreso paulatino a lo cotidiano, hemos decidido que es el mejor momento para dedicar nuestros aplausos a todas las personas a título individual, comercios y empresas, que nos han ayudado, apoyado y alentado, durante la mayor crisis sanitaria que se ha vivido en este país y puede que en el mundo a nivel global, desde hace más de un siglo.
No vamos a incidir una vez más en la carga laboral y emocional que ha supuesto esta pandemia para el sector sanitario, porque ya se ha escrito y dicho mucho sobre ello. Principalmente, porque, aunque dicho sistema ha sido el primer frente ante el COVID-19, esta lucha la hemos librado toda la sociedad, cada uno desde donde le era posible; desde el repartidor de alimentación que visitaba la casa del anciano para llevarle la compra, al niño de ocho años que ha pasado dos meses sin salir de casa y lo que es aún peor, sin ser consciente de la importancia de ese acto.
Y a la hora de congratularnos de esta victoria debemos ser conscientes, como sociedad, que se ha logrado gracias al esfuerzo intrínseco de todas y cada una de las personas que han actuado con conciencia social y solidaridad para, por encima de los intereses personales.
Nosotros, como médicos de una de las especialidades que se han visto involucradas directamente con el virus y las personas afectadas por él, queremos dar las gracias, las infinitas gracias a todas y cada una de las personas, empresas y comercios que nos han apoyado como buenamente han podido. Y que, aunque no lo crean, han hecho mucho más llevadera la locura que se ha vivido en el hospital.
Empresas y particulares, que de forma desinteresada nos han facilitado materiales de protección, como batas impermeables, mascarillas, guantes, etc. Materiales que la irrupción súbita del virus hizo que se agotaran con rapidez y que, de no haber sido por el movimiento social, hubiéramos tenido que afrontar con menos medios y una mayor exposición al virus.
Pero no solo ese tipo de material ha sido el que nos ha ayudado y, por qué no decirlo, alegrado. Han sido muchas las empresas que nos han ofrecido alimento, desde comidas en algunos restaurantes de Logroño hasta bolsas de snacks o fruta, desde pilas de tortillas de patata hasta cafés o refrescos. Esos detalles, puede que nimios para la percepción externa, lograban que afrontáramos nuestra empresa con una disposición más alegre. Sabíamos que teníamos a mucha gente detrás, orgullosa de nuestra labor y dispuesta a demostrarlo ofreciéndonos sus productos de forma totalmente altruista.
Después de largas horas de trabajo, enmascarados y con la presión de las mascarillas craquelándonos la piel, el momento final, sentado tras una mesa, disfrutando de lo que alguien ha puesto ahí por el simple hecho de agradecerte lo que has hecho, eso provoca una emoción que ni todos los agradecimientos del mundo podrían cuantificar.
Es por eso mismo, que queremos dar las gracias a todas las personas que han hecho posible este milagro de solidaridad. Un movimiento social como no ha vivido nunca este país y que esperamos, de corazón, y que esperamos no se vuelva a dar. Pero si así es, si regresa, os aseguramos que volveremos a estar aquí.
Por último, os invitamos a consumir nuestros productos (invitar a todos los riojanos a que consuman productos de la tierra), comprar en nuestras tiendas, se calcen con nuestro calzado, beban nuestro vino y coman y cenen en nuestros restaurantes. Es el momento de devolverles lo que nos han dado y comenzar a levantarnos todos de la mano.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
