Convulsos días para la educación riojana. La Consejería dirigida por Luis Cacho y los sindicatos han decidido aplazar las negociaciones de este viernes al sábado a partir de las 10 horas. “Queremos cerrar el acuerdo para emprender la desescalada educativa en La Rioja”, ha afirmado el Gobierno. Entre tanto, acusaciones de filtraciones y petición de dimisión para el consejero por “manipular” los datos de la concertada.
Una decisión “decepcionante” para la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que aclara que se ha pospuesto debido a las filtraciones a los medios por parte de dos sindicatos. Dedo acusador hacia UGT y CCOO, aunque no los ha nombrado. “Han echado por tierras todos los esfuerzos del resto de organizaciones para llegar a un consenso procurando las mejores condiciones laborales y sanitarias ante el final del curso”.
El escenario de las próximas semanas se antoja de lo más desconcertante después de que la Consejería decidiera limitar el número de alumnos que regresarán a las aulas en la Fase 2 de la desescalada, prevista para los más optimistas en el próximo 25 de mayo. Encima de la mesa está la idea de que no vuelvan a clase hasta septiembre los alumnos de Infantil, los tres primeros cursos de Primaria y Educación Especial. Por el momento, nada decidido y parte filtrado. Por ejemplo, que el regreso a las aulas sea voluntario.
CCOO: “Educación ha puesto sobre la mesa un pacto educativo para redactar un plan de contingencia antes del 31 de julio”
CCOO ha afirmado que la Consejería ha propuesto que el regreso, tanto de los alumnos como de los profesores, sea voluntario hasta final de curso. Serían precisamente los equipos directivos de los centros los que tendrían que prescribir qué alumnos asistirían de forma presencial, así como las actividades que se puedan llevar a cabo.
La idea: realizar tareas con alumnado que se encuentre en situación de brecha digital, con necesidad de refuerzo educativo o apoyo a partir de 4° de Primaria. Por otro, regresar los que se encuentren en cursos terminales (4° ESO, 2°Bachillerato, 2° FP y los últimos cursos de los Regímenes Especiales).
Para los docentes, la Consejería sigue recomendando el teletrabajo siempre y cuando sea posible. Los equipos directivos serán quienes citen presencialmente al profesorado en función de las necesidades del centro. Asimismo, antes de cualquier entrada en los colegios, se llevarán a cabo los protocolos sanitarios y de seguridad para que las actividades se realicen sin riesgos.
CCOO también ha indicado que Educación ha puesto sobre la mesa un pacto educativo a las organizaciones sindicales para redactar un plan de contingencia antes del 31 de julio. Además, se ha hablado de cómo compatibilizar la enseñanza presencial con la online el próximo curso.
El CSIF cree imperativo anteponer la seguridad y la salud de alumnos y docentes
Para este sindicato, “la situación del profesorado es crítica y está sufriendo situaciones de estrés por la falta de medios y de instrucciones claras”. El CSIF afirma que es urgente negociar con los docentes un Plan de Regreso a la Actividad Laboral y de Refuerzo Educativo para el curso 2020-2021.
Un proyecto que incluya medidas de organización escolar y recursos sanitarios (flexibilidad horaria; reducción de ratios por aula; dotación de profesorado y otro personal suficiente; jornada única, distanciamiento social; test masivos, desinfección, EPIS…). Además exigen la adaptación del currículo para el próximo año, recuperando aprendizajes no adquiridos, cambios en la metodología, convivencia, orientación académica emocional y psicopedagógica… Y por último, medidas de atención al profesorado de más edad y docentes con patologías previas como grupo de riesgo.
UGT prioriza la salud ante todo
El sindicato mantiene la postura de no reabrir los centros educativos mientras no se establezca un plan de desescalada y unos protocolos sanitarios con plenas garantías para la salud.
UGT cree que es el momento de abordar un plan para el próximo curso y que el actual debería finalizar a través de los medios que se han estado utilizando. El sindicato entiende que pueda ser necesario establecer medidas puntuales en este final de curso para paliar la brecha digital, social y económica de algunos alumnos, pero exige que éstas se hagan poniendo la prioridad en los criterios sanitarios.
