La Policía Nacional ha hecho ‘recuento’ este martes de las últmas situaciones dispares y curiosas con las que los agentes se están encontrando en sus tareas de cumplimiento del estado de alarma. La mayoría de ellas ocurren en los controles de vehículos o identificaciones de personas que se realizan a diario, donde algunos ciudadanos no muy responsables, los menos, intentan justificar los incumplimientos del confinamiento.
Primer ejemplo de irresponsable. En plena centro Logroño, concretamente en la calle Belchite, cinco personas permanecían en el interior de un portal consumiendo cervezas a plena luz del día. Sanción al canto.
Otro de los hechos sancionables se ha producido recientemente en la rotonda de Los Lirios, donde dos vecinos se encontraban con sus vehículos realizando una carrera entre ellos. Sanción al canto para ambos.
Más ejemplos. Este último ocurrido el fin de semana. Un vecino residente en la calle Beatos Mena y Navarrete llamó al 091 para informar de que sus vecinos estaban realizando mucho ruido. A la llegada de la patrulla a la vivienda, los agentes comprobaron en el interior a diez personas celebrando una boda. Sanción al canto para los diez.
La última y no por ello menos importante. Situación insólita la que vivió una patrulla policial al ver a una mujer deambular por la vía publica. Al ser preguntada por el motivo de su estancia, afirmó encontrarse de camino a dar de comer a unos ratones en la calle Eibar de Logroño.
