La facturación de Bodegas Riojanas alcanzó en el primer trimestre de 2020 los 2,4 millones de euros (una caída del veintinueve por ciento). La bodega ha explicado este viernes que las ventas en mercados internacionales se han reducido a la mitad y que las nacionales han perdido casi un veinticuatro por ciento por el COVID-19. Por ello, se ha presentado un ERTE que afecta a toda la compañía, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
“El principal canal de venta afectado por la situación actual son los hoteles, restaurantes y cafeterías (HORECA), si bien en tanto en cuanto la alerta tenga un impacto limitado en el número de semanas, es de esperar también que tras el final de las limitaciones se desarrolle una recuperación al menos parcial de la actividad perdida”, apuntan desde la compañía.
En cuanto a exportación, Bodegas Riojanas explica que existe “cierta ralentización” en algunos mercados exteriores, aunque algunos países como China (donde han superado ya la crisis sanitaria) empieza ya a observarse una vuelta a la normalidad. “El canal de alimentación (con gran peso en esta bodega) tiene un comportamiento normal e incluso en los canales de venta directa se nota un incremento de actividad”, añaden.
Caída del enoturismo
Bodegas Riojanas también detalla que las actividades de enoturismo se han visto paralizadas durante la duración del estado de alarma. “Como consecuencia y, para adecuar el nivel de gastos al descenso de la facturación, la sociedad ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para todos aquellos trabajadores cuya actividad se encuentra directamente ligada con el enoturismo.
De igual forma, en el mes de abril se ha presentado otro ERTE para los comerciales directamente relacionados con hostelería, ya que como consecuencia de la situación actual su actividad se ha visto paralizada. Para el resto del personal de Bodegas Riojanas y de Bodegas Viore (en diferentes porcentajes, en función del puesto de trabajo) se ha presentado otro ERTE con el objetivo de adecuarse “debidamente” al descenso de actividad producido.
