Tras la orden del Ministerio de Salud de la retirada de un lote de mascarillas defectuosas que se había repartido en La Rioja, el Gobierno regional, a través de su portavoz Chus Del Río, ha aclarado que entre el 8 y el 14 de abril la Comunidad Autónoma de La Rioja recibió del Ministerio de Sanidad en el almacén del Hospital San Pedro 33.000 mascarillas FFP2 de la marca Garry Galaxy, de las que se repartieron a diferentes centros sanitarios 7.400 unidades.
El mismo 14 de abril “tuvimos una primera información de la posible ineficacia de las mascarillas y en ese momento procedimos a paralizar la distribución, advirtiendo además a los equipos de enfermería que dejaran de utilizarlas, incluyendo en esa petición todas las mascarillas de esa marca”.
Del Río ha explicado que el Ministerio envió, el 16 de abril, un escrito en el que solicitaba oficialmente la retirada de la partida de esas mascarillas de envase verde. A partir de ese momento, el Sistema Riojano de Salud “envió un correo electrónico al personal que posiblemente las estuviera utilizando para reiterar su retirada, especificando que se trataba de las de envase de color verde, aunque no todas fueran defectuosas”.
La Rioja, más protegida
El portavoz ha aclarado que el Servicio de Riesgos Laborales estableció desde el inicio de la pandemia un nivel de protección denominado ‘+1’ respecto a los estándares definidos. “Esto significa que, si en UCI y quirófano hay que utilizar mascarillas del tipo FFP2, en La Rioja se utilizan del tipo FFP3; y si en las plantas COVID, cuando hay una entrada a las habitaciones, el estándar define que hay que usar mascarillas FFP2, en La Rioja se indica que se utilicen estas mascarillas más otra quirúrgica adicional”.
Por tanto, Del Río ha manifestado que, “aunque estas mascarillas hayan podido entrar en algún circuito sanitario, el protocolo que tenemos establece un nivel superior, añadiendo un escalón de seguridad para los sanitarios paliando el posible contagio”.
