La Rioja

El Puente de Piedra, cortado al tráfico durante diez meses: arrancan las obras

Las obras de restauración del Camino de Santiago a su paso por el Puente de Piedra en Logroño comenzarán el próximo lunes (20 de abril) y se centrarán en la accesibilidad y en la seguridad del peatón. Debido a esta intervención, que tiene un plazo de ejecución estimado de 10 meses, el tráfico rodado y peatonal de esta vía será cortado en ambos sentidos a partir del martes 21 de abril.

Como itinerarios alternativos los peatones podrán utilizar otras vías, como el Puente de Hierro, el paso natural más cercano al Puente de Piedra; y los vehículos podrán utilizar el puente anterior, también conocido como cuarto puente, o el viaducto de la autovía A-13 con salida en el Polígono Cantabria.

Por su parte, la línea 9 de autobús urbano, que habitualmente circula por el Puente de Piedra, verá su itinerario modificado y, de forma provisional, añadirá las siguientes vías a su ruta habitual:

– Sentido ‘Pradoviejo – Las Norias’: la línea se desviará por la calle San Francisco continuando por las calles Madre de Dios; Ribera; Paseo del Prior (donde habrá una nueva parada provisional a la altura del I.E.S. Comercio); Luis de Ulloa; Avda. de la Paz; cruzará el puente de la A-13 para llegar a la Avda. de Mendavia (donde se situará otra parada provisional a la altura de la C/ Pescadores para complementar el servicio que actualmente se da al Polígono Cantabria con la línea 7). El nuevo recorrido continuará por la Carretera de Mendavia hasta llegar al otro lado del Puente de Piedra seguir por su recorrido habitual.

– Sentido ‘Las Norias – Pradoviejo: el nuevo recorrido pasará por las vías anteriores, en sentido inverso.

Los autobuses efectuarán todas las paradas que se encuentren a lo largo de su itinerario alternativo, aun no perteneciendo a su línea. Asimismo, se realizarán paradas provisionales nuevas en la zona del I.E.S. Comercio (en ambos sentidos) y en Avda. de Mendavia (zona calle Pescadores, en ambos sentidos).

“Sabemos que esta obra ocasionará molestias a la ciudadanía que habitualmente transita por esta vía, pero también sabemos que esta actuación es necesaria para Logroño, pues es una de las principales entradas a la ciudad y la puerta de acceso del Camino de Santiago y los más de 15.000 peregrinos y peregrinas que cada año llegan a Logroño a través de este puente”, señala Jaime Caballero, concejal de Desarrollo Urbano Sostenbile.

“Al mismo tiempo”, añade, “debemos considerar también esta circunstancia como una oportunidad para repensar nuestros hábitos de movilidad y explorar nuevas fórmulas que descongestionen el centro de la ciudad, y en este caso concreto, el centro histórico”.

“Otros modos de desplazamiento alternativos al automóvil, que como siempre insistimos deben ser seguros, sostenibles y saludables, como es la movilidad peatonal y ciclista que, además, en las actual situación de alarma que nos encontramos, se convierten en una alternativa muy recomendable para hacer nuestros deslazamientos autorizados de forma individual y manteniendo la distancia interpersonal, de esta forma también cedemos espacio en el transporte colectivo a quien más lo necesita”.

Accesibilidad y seguridad, sellos del ‘nuevo’ Puente de Piedra

Las obras de restauración del Camino de Santiago a su paso por el Puente de Piedra no solo supondrán un impacto cultural –pues este viaducto es la puerta de entrada del Camino Jacobeo a nuestra ciudad–, sino que garantizarán la accesibilidad y seguridad que actualmente este puente no ofrece al peatón, el principal beneficiado de esta conexión entre el centro histórico y el barrio de El Campillo a través de aceras más seguras.

El puente y sus estribos cuentan actualmente con zonas muy afectadas por manchas de humedad que provienen de los rellenos de las bóvedas y de los muros de contención. Para solventar este problema, se realizará una limpieza con chorro de arena y un tratamiento hidrofugante con nanopartículas para recuperar las zonas más afectadas.

En cuanto a los sillares, algunos presentan serios problemas de erosión, bien por impactos producidos por diferentes materiales en épocas de crecida del río o bien por la humedad combinada con la temperatura ambiente. Así, estos sillares afectados serán restaurados y, en caso necesario, sustituidos.

En el ancho total que permiten las losas existentes en el puente (10,30 metros) se dispondrá una calzada de 6 metros dividida en dos carriles de circulación de vehículos (actualmente cuenta con 5,6 metros), que dejarán de estar separados por una mediana, de 0,90 metros y enmarcada con bordillos de hormigón. El pavimento y la tela asfáltica de las calzadas serán sustituidos.

Se proyectarán dos aceras de 1,52 metros de ancho cada una (frente a los 1,45 metros de las vías actuales, envejecidas y con varias reparaciones) con baldosas de granitos naturales. Entre estas aceras y la calzada se dispondrán, además, sendas filas de bolardos para separen los tráficos rodados y peatonales.

Las nuevas barandillas tendrán un diseño exclusivo que reproducirá la vegetación existente en las riberas del Ebro, con hojas de distintas alturas y curvaturas que cerrarán los huecos para no permitir que a través de ninguno de ellos pueda pasar ningún elemento de más de 10 cm de diámetro.

La plataforma superior del puente, que cuenta con una distancia total de 200 metros, continuará iluminada por las 16 farolas existentes a las que se les aplicará el tratamiento de restauración apropiado y se incorporarán luminarias de tipo LED para garantizar un consumo responsable sin perder calidad de iluminación.

El proyecto será ejecutado por la empresa CJM Obras y Gestión Sostenible, S.L. por un importe de 906.275,42 euros (IVA incluido), de los que 509.794,81 euros serán financiados gracias al Programa 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el resto irán con cargo al presupuesto municipal.

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