La Rioja está cumpliendo con el Real Decreto de Estado de alarma. Más allá de esas multillas que algunos se empeñan en coleccionar como cromos de fútbol, la región mantiene firme su compromiso en la lucha contra el coronavirus. Hay que quedarse en casa y los riojanos se están quedando.
No lo dice el Gobierno de España ni el de La Rioja. Tampoco la policía. Lo dice ese ser superior y todopoderoso: Google. El gigante tecnológico ha publicado los datos de movilidad de todo el mundo en las últimas semanas y estos son claros: nuestra vida cambió a mediados de marzo.
El ocio (retail & recreation) comenzó a descender el 9-10 de marzo (sí, un día después del cacareado 8-M, que no tiene datos muy significativos respecto a anteriores fines de semana) y para el sábado en el que Pedro Sánchez habló a la nación para decirnos que se decretaba el Estado de alarma (14 de marzo) ya estábamos todos prácticamente confinados. Una caída de la actividad del 94 por ciento.
Más datos sobre nuestro comportamiento. El “gran acopio” de los días previos al citado sábado se refleja con un aumento de hasta el cuarenta por ciento en la movilidad en torno a las tiendas de alimentación y las farmacias. ¿Te acuerdas de las largas colas en los supermercados y las estanterías vacías? Parecía que se iba a acabar el mundo. Una vez decretado el Estado de alarma, el descenso respecto semanas ‘normales’ ronda el cuarenta por ciento entre semana y lleva al ochenta por ciento el finde.
En cuanto a los parques, más allá de los listillos que dan una vuelta más grande de lo habitual al perro, los datos también reflejan un cumplimiento buenísimo del confinamiento. Descenso del noventa por ciento respecto a semanas anteriores y una regularidad que ya le gustaría a la UD Logroñés para ganar la liga.
Los viajes en transporte público también han descendido en idéntica cifra (noventa por ciento) y los desplazamientos al trabajo han disminuido en un 65 por ciento. ¡Que se note el teletrabajo! En este último partido, también se nota que Educación cerró los colegios días antes al confinamiento total del país, por lo que ya desde el 10-11 de marzo se ve una caída en la movilidad laboral.
La única cifra que sí ha subido (23 por ciento) es la que señala los movimientos alrededor de la residencia habitual. La típica salida a comprar productos de primera necesidad, la bajadita de la basura… todo suma, aunque no es para tanto. Los riojanos están cumpliendo con el confinamiento. Y así debe seguir.
