Crisis del Coronavirus

Las funerarias riojanas, “desbordadas” pero con capacidad de actuación

Las funerarias riojanas, “desbordadas” pero con capacidad de actuación

Toca despedirse por un tiempo de las misas, los funerales y las flores. “La parte más crítica, por desgracia, se la llevan los propios familiares, quienes además de no poder despedirse de sus seres queridos tampoco les pueden organizar una ceremonia como es debido”, indica una de las responsables de la funeraria San José de Logroño”. Esta nueva concepción de las defunciones, sin embargo, se está viendo reflejada en las sensaciones de las familias: “En general, asimilan la situación que acontece y se adaptan porque comprenden nuestro esfuerzo, pero no deja de ser un momento muy difícil para ellas. Además, el trato y la cercanía con los familiares que desde la funeraria siempre primamos ahora es inviable”.

“No tenemos problemas en cuanto a la capacidad de atención, debido a que el servicio de velatorio y visitas se ha suprimido, por lo que ya no se producen colapsos en la ocupación de las salas. Ahora el ritmo es mucho más frenético, eso sí. Apenas te comunicas con los familiares, a quienes casi solo ves sus ojos porque vamos todos tapados. Ante esta situación lo que prima es la practicidad frente a la cercanía porque rápidamente te llaman para atender otra defunción”, relata la responsable. Este cambio de paradigma también les ha pillado por sorpresa a estos profesionales que, aunque “desbordados de trabajo”, son capaces de asistir a todos los fallecidos.

“Durante estos días ha habido jornadas en las que hemos duplicado o incluso triplicado el número de defunciones asistidas, pero gracias al personal, que se mantiene invariable desde el principio de esta situación de excepcionalidad, y a las facilidades administrativas para tramitar todas las gestiones, podemos hacer nuestro trabajo con total seguridad y atendiendo todas las demandas”, explica esta trabajadora.

Entre estas facilidades se hallan la ampliación de los horarios del crematorio, así como “las licencias de enterramientos facilitadas por el Registro Civil, con el fin de evitar colapsos en el servicio”, tal como apunta el gerente del Grupo Mémora La Rioja, Jerónimo Miguel. “Lo importante es la coordinación con los hospitales, residencias, auxiliares y con Sanidad para hacer de esta situación de anormalidad una menos crítica”, añade.

El abastecimiento de material, el “mayor riesgo”

No obstante, en términos de material de seguridad, Miguel apunta que “uno de los mayores riesgos” que se pueden llegar a percibir es la carencia de equipos de protección individual (EPI): “Aquí los usamos habitualmente, no desde que comenzó esta crisis, y nunca hemos tenido problemas de abastecimiento porque siempre mantenemos un stock. Lo que ocurre es que ahora los usan muchos más grupos y ya estamos percibiendo falta de suministros a nivel nacional, aunque desde la dirección nos aseguran las provisiones. Sin embargo, si esta situación se alarga en el tiempo no sabemos si ese abastecimiento se podrá garantizar”.

Un escenario de incertidumbre antes este panorama cambiante que se generaliza entre el personal de las funerarias. “Si nos dicen esto hace un mes, no nos lo creemos porque lo que estamos viviendo a día de hoy en nuestros puestos de trabajo es inconcebible y no sabemos cómo va a evolucionar esto ni si en momentos más críticos podremos mantener nuestra actividad”, apunta la trabajadora de San José.

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