El Gobierno de La Rioja comunicaba este martes el cese de la actividad educativa en toda la región durante 15 días con el objetivo de reducir la transmisión del COVID-19. Una medida que pretende, sobre todo, disminuir la diseminación de la enfermedad en la comunidad, ya que los niños son “el grupo de incidencia menor, pero el colectivo que más dispersa el virus”, tal y como ha descrito Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Los colegios, institutos y la propia Universidad han cerrado sus puertas, pero los parkings de los centros educativos seguían estando llenos esta mañana con los coches de los profesores. Ellos sí deberán seguir acudiendo a su puesto de trabajo: “Las directrices que hemos recibido son permanecer en el centro en horario habitual y esperar instrucciones de la Consejería”, comenta Andrés Mateo, director del instituto Batalla de Clavijo.
Para ellos -los docentes-, toda esta situación “está siendo impactante”. “No sabemos muy bien lo que pasa, así que estamos a la espera de noticias de Educación. Entendemos que esta suspensión de clases es algo que hay que hacer, ya que lo más importante es proteger a nuestros alumnos”, señalan.
El objetivo de todos los profesores es que “esto afecte lo menos posible a los alumnos”, explica Ana Ochoa, directora pedagógica de Bachillerato Santa María y profesora de Física y Tecnología Industrial. Tras las primeras reuniones que se han llevado a cabo en los centros escolares este miércoles se han empezado a tomar las primeras decisiones. “De momento hemos puesto sobre la mesa el cambio de fechas que estaban programadas para estos quince días, sobre todo de exámenes”.
Pero la máxima preocupación es cómo hacer llegar a los alumnos, sobre todo de niveles superiores, el temario. “Nos parece que la educación en estos cursos no es solo entregar fotocopias con ejercicios y deberes, sino que, en ciertas asignaturas como son las más técnicas: Matemáticas, Física, o Química, igual hay que realizar y mandar pequeños vídeos explicando el temario, dándole a los chicos un tiempo para que puedan hacer preguntas como si estuviéramos en el aula”. Los propios docentes son conscientes de que no van a poder exponer lo mismo que en las clases presenciales, pero “vamos a intentar no perder mucho tiempo para que a la vuelta no tengamos que partir de cero y podamos avanzar”, indica Ana.
Por otra parte está la inquietud de los padres y alumnos que creen que no van a llegar preparados a la EBAU. “Hemos mandado a nuestras familias y a los chicos un mensaje de tranquilidad. Ellos van a ir fenomenalmente preparados, y si a la vuelta hace falta hacer más clases o cambiar unas asignaturas por otras dependiendo de la prioridad, estamos dispuestos a hacer lo que sea”.
Mensaje y trabajo para los alumnos
Ochoa trasladó este martes a sus alumnos tres palabras claves para los próximos quince días: “Estudio, ‘no os vais de vacaciones’; Educamos, que es nuestra plataforma para relacionarnos y a partir de ahora nuestra presencia continua; y tranquilidad: esto va a salir adelante y no os va a afectar”. El esfuerzo por parte de los profesores estas jornadas va a ser máximo, pero “necesitamos que los chicos hagan un esfuerzo mayor y sean responsables”.
En el claustro celebrado este miércoles en el Bachillerato Santa María, los profesores han considerado que “la cuestión ahora no es mandar trabajo, trabajo, y más trabajo. No podemos agobiarles, no les vamos a cargar de cosas. Lo más cómodo es darles las cosas dosificadas en todas las asignaturas y que sean ellos los que decidan cómo lo van a gestionar y estudiar. Eso sí, dependiendo de asignaturas vamos a pedirles un feedback porque es necesario que vayan entendiendo y avanzando los temas con cordura y prudencia”.
Para aquellos que piensen que estos quince días de suspensión son unas vacaciones para los profesores “están muy equivocados. Vamos a trabajar bastante bastante más que un día cualquiera, porque dar una clase en una hora no requiere tanto tiempo previo de preparación como ahora con los vídeos, por ejemplo. Además, vamos a estar atendiendo dudas de los alumnos y padres por teléfono y online, y eso también conlleva más tiempo que hacerlo in situ. Pero es nuestro trabajo y nuestro objetivo es que ellos no salgan perdiendo”.
